Revista Opinión

Mientras haya injusticias, habrá revoluciones

Publicado el 19 julio 2018 por Santamambisa1

Durante la jornada de clausura del evento, se convocó a dar inicio a la Campaña Internacional «Libertad para Lula ya» y en agosto próximo, producir un tuitazo mundial en defensa de su liberación

Mientras haya injusticias, habrá revoluciones
Con una fuerte ovación y vítores de «¡Viva Fidel!» fue recibido el General de Ejército Raúl Castro en el Palacio de Convenciones de La Habana, quien presidió la clausura del XXIV Encuentro Anual del Foro de Sao Paulo (FSP).

Ante la presencia del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez; los mandatarios Nicolás Maduro, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador; y los más de 630 delegados e invitados, se dio lectura a la «Declaración de La Habana» y al Plan de Acción que guiará la labor del FSP en el próximo año.

Mónica Valente, secretaria ejecutiva del FSP, calificó de emblemático este encuentro y agradeció a la dirección del Partido Comunista de Cuba (PCC) y a su pueblo por el esfuerzo en su organización y por abrir los brazos una vez más a las luchas de los pueblos de la región y del mundo, especialmente a las fuerzas políticas y movimientos sociales de izquierda.

Previamente, se dio lectura a las resoluciones finales de cada uno de los encuentros sectoriales y talleres realizados, dedicados a las mujeres, los jóvenes, los parlamentarios, la comunicación política y los medios, el arte y la cultura.

Se resumieron también los debates generados en la Reunión de la Red en Defensa de la Humanidad, el diálogo de las articulaciones y movimientos sociales con el FSP y el encuentro entre el Partido de la Izquierda Europea (PIE) y las fuerzas del Foro.

Al cierre se convocó a dar inicio a la Campaña Internacional «Libertad para Lula ya» y en agosto próximo, producir un tuitazo mundial en defensa de su liberación, con apoyo del PIE y de todas las fuerzas políticas y sociales que estén en disposición de sumarse, en Asia, África y Estados Unidos-Canadá.

Las palabras de clausura estuvieron a cargo de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien recordó que para Fidel la palabra derrota nunca existió, solo existían reveses coyunturales, porque mientras haya injusticias, habrá revoluciones.

ALGUNOS PUNTOS DE LA DECLARACIÓN FINAL

– Fortalecer el movimiento mundial en defensa de la Paz,  la defensa intransigente de los presupuestos de la Proclama de América Latina como Zona de Paz y las ideas justas que promueve, para asegurar que sean escuchadas por cada uno de los gobiernos de Nuestra América.

– Sembrar la idea integracionista en la conciencia de nuestros pueblos.

– Promover y potenciar el ejercicio práctico del internacionalismo mutuo entre todas las fuerzas de izquierda de América Latina y el ­Caribe, Asia, África, Europa y América del Norte.

– Convertir la defensa de la Celac en objetivo político prioritario a promover por todos nuestros partidos, movimientos sociales y populares, desde cada escuela, universidad o espacio de creación intelectual.

– Repudiar el militarismo nacido de las entrañas del imperialismo, que carece de límites y de escrúpulos, y sobre todo, dar forma concreta a este repudio, en cada acción política cotidiana como cuestión de principios.

– Rechazar de forma enérgica, la idea absurda e inadmisible de que esta región del mundo pertenece a las élites de poder de Estados Unidos o de cualquier país del mundo.

– Denunciar, esta vez con razones adicionales, el papel injerencista de la OEA, que sigue siendo utilizada por el Gobierno de Estados Unidos como su Ministerio de Colonias.

– Rescatar, como respuesta ofensiva, las tradiciones de libertad de cada uno de nuestros países, honrar a los que las forjaron e impedir que la banalidad cultural del Norte que nos desprecia se imponga sobre la rica historia de los países que representamos.

– Reafirmar la importancia del acercamiento y la acción concertada entre la izquierda de Europa y la de América Latina y el Caribe.

– Condenar la guerra no convencional y de amplio espectro, aplicada por el imperialismo yanqui y sus aliados europeos, latinoamericanos y caribeños contra la Revolución Bolivariana de Venezuela.

– Mantener intacta la solidaridad con todos aquellos países de la región que se resisten a aceptar el retroceso al neoliberalismo.

– Ratificar que América Latina y el Caribe siguen en pie de lucha y mantienen la decisión de actuar con optimismo, decisión y mayor sentido unitario.


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