colombia_elecciones.jpg
- “A partir de entrevistas y fuentes consultadas la Fundación tendría indicios que se cobrarían hasta 2.500 millones de pesos por colar o meter jurados de votación de un candidato en particular. Sobre el papel los jurados son elegidos aleatoriamente, pero la investigación tendría indicios y versiones de que un porcentaje nacional de los jurados son acomodados para favorecer candidatos. La idea aquí es sumar votos en el pre-conteo que es lo que se informa el día de las elecciones”.
- “Las mismas fuentes indican que algunos candidatos habrían sido contactados en la etapa preelectoral y electoral para ofrecerles el servicio completo de acomodamiento de votos, toda vez que la diferencia con el último candidato de su partido que alcanzó la curul no superara los 2 mil votos. Por ejemplo, si un candidato, del partido X que alcanzó 18 curules, queda en el puesto 19 con menos de 2 mil votos de diferencia con el último o penúltimo del partido, le ofrecen reacomodar los votos desde el mismo día de las elecciones, colocando los jurados electorales de su gusto y cambiando el número de votos. Aquí, según las versiones e investigaciones de la Fundación, no solo se acomodarían jurados sino que se ofrecería el paquete completo. A esto los políticos le llaman el colchón electoral”.
- “En los siguientes días a los comicios, estas mismas personas les ofrecerían a los candidatos la compra de registradores ad-hoc y jurados encargados de vigilar el conteo, para asegurarles la curul mediante el cambiazo en los formularios de votación. Los indicios mostrarían que el valor para reacomodar los votos necesarios para una curul en Cámara de Representantes asciende a mil doscientos millones de pesos, mientras que, para Senado, el costo asciende a los mil ochocientos millones de pesos. De ahí para arriba, si el candidato tiene una diferencia de más de 2 mil votos con el último candidato del partido que alcanzó la curul, el costo ascendería a los 2 mil y 3 mil millones de pesos”.
- “Las mismas fuentes indican que habría una red de abogados que tienen acceso a información privilegiada electoral y esperan a los candidatos en los sitios del conteo. Estos le dicen al candidato que ellos le llevarán el proceso y le ‘buscarán’ los votos que le falta y cobran miles de millones. En otros casos estos abogados previamente contratados por otro político distraen a candidatos para que envíen personas a mesas donde no se está cometiendo el fraude”.
teleSUR TVInformación y privacidad de Twitter Ads Según la investigación de la Fundación Paz y Reconciliación, uno de los casos que evidencia esta práctica es del “candidato a la Cámara de Representantes por Bogotá, Felipe Ríos, número 111 de Cambio Radical, que ha evidenciado un sin número de fraudes que favorecerían a uno de sus propios compañeros de lista, se trata del candidato José Daniel López con el número 11”. Una de las conclusiones a las que llega esta investigación, aparte, es que los partidos más desfavorecidos son los más débiles y pequeños, entre los que ubica al Partido Verde y el Polo Democrático de centroizquierda. Esto toma una especial gravedad dados los ajustados márgenes de diferencia que hay entre los dos principales competidores presidenciales: el uribista Iván Duque y Gustavo Petro, quien posee una estructura partidaria comparativamente más débil. Por lo que en Colombia, antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias, hay un serio riesgo de que, al menos, entre un 10% y 20% de los senadores sean elegidos a través de un deliberado fraude. Después de todo, la democracia colombiana tiene serios antecedentes de darle más voz y voto a quienes pagan para que valgan. Ésta es una especie de declaración de principios en torno a la libertad de elección, ya que mucho depende de la cantidad de dinero que tengas para pagarla. Esto explica que el apellido de Santos, junto a otros cuatro, sume, al menos, diez presidentes a lo largo de la historia de Colombia, la mitad de los elegidos durante el siglo XX, según el investigador David Racero. Por lo que las prácticas de fraudes y pactos entre los poderosos en el país son recurrentes a lo largo de la historia. Más una norma que una excepción. Las declaraciones de Santos sobre la supuesta abolición del “sufragio universal en Venezuela” vuelven a poner en vigencia aquel dicho de que no es bueno escupir para arriba, sobre todo con los antecedentes de la familia del actual presidente de Colombia. Anuncios✔@teleSURtv
#ColombiaDecide | Electorado colombiano denuncia #FraudeElectoral por parte de la Registraduría en distintas regiones de la nación. Aquí se observa como los jurados esconden los tarjetones de la consulta 19:27 – 11 mar. 2018
735 personas están hablando de esto