(Al filo de los días). A propósito de este miércoles de ceniza, tan especialmente miércoles y ceniza, apenas puede haber nada más preciso que el singular y conocido poema homónimo de T. S. Eliot. Un canto de aceptación del sinsentido de la vida y una oración tensada con todos los sentidos, y acordada con las viejas palabras rituales, a las que el ejercicio de la razón sintiente del poeta logra darle un significado consolador y una belleza íntima y profunda. Ya otras veces me había ocurrido, pero oyendo ahora esta versión, tan hondamente declamada, me han parecido muy nítidos los vínculos con el último Juan Ramón Jiménez, y en concreto con el autor de Espacio, otro de los poemas imprescindibles de la tradición poética en la que seguimos viviendo, reflexionando, cantando. Memento homo…
Revista Cultura y Ocio
(Al filo de los días). A propósito de este miércoles de ceniza, tan especialmente miércoles y ceniza, apenas puede haber nada más preciso que el singular y conocido poema homónimo de T. S. Eliot. Un canto de aceptación del sinsentido de la vida y una oración tensada con todos los sentidos, y acordada con las viejas palabras rituales, a las que el ejercicio de la razón sintiente del poeta logra darle un significado consolador y una belleza íntima y profunda. Ya otras veces me había ocurrido, pero oyendo ahora esta versión, tan hondamente declamada, me han parecido muy nítidos los vínculos con el último Juan Ramón Jiménez, y en concreto con el autor de Espacio, otro de los poemas imprescindibles de la tradición poética en la que seguimos viviendo, reflexionando, cantando. Memento homo…