La última vez que vi esa llave. Ese domingo habíamos ido a pasear por las Sierras de Córdoba, como solemos hacer los findes para compartir un poco más en familia, y para pasar un poco el frío nos sentamos a merendar en un café. Mi María Victoria estaba un poco aburrida así que le presté la llave para que juegue... mala idea! aparentemente se cayó debajo de la mesa y yo me olvidé de la llave. Si alguien la ve... ya no importa, ya cambié la cerradura!