En México, en los últimos 8 meses, se está presentando un fenómeno muy complejo; el paso por su territorio de migrantes centroamericanos, sudamericanos, caribeños he incluso africanos y orientales. Estas personas vienen a México, sino que buscan alcanzar el llamado «sueño americano», pretendiendo llegar hasta territorio estadounidense.
El fenómeno es complejo y muy grave ya que no se tratan de una migración por gusto, sino por las condiciones de extrema inseguridad y pobreza de los países de origen de estas personas, quienes arriesgan la vida al cruzar el territorio mexicano, que en varias regiones es extremadamente peligroso al estar ocupado por los terribles carteles de la droga.
Soy mexicano y no voy a negar que me molestó mucho la forma en que muchos de estos migrantes han estado ingresando a mi país, ya que lo han hecho en masa «ordas», rompiendo cercos de seguridad y agrediendo a la policía y al propio ejercito Mexicano, además de que algunos de ellos han cometido delitos en contra de la población civil.
Sin embargo; y haciendo un ejercicio de humanidad, me doy cuenta que hay que ser compasivo y comprensivo con estas personas, ponerse en sus zapatos por un momento y comprender sus motivaciones. No ha de ser nada fácil abandonar tu patria, tu familia, tus posesiones y aventurarte sin tener claro si lograrás tu objetivo o morirás en el intento.
Ahora bien, mucho se ha dicho que las caravanas de migrantes están financiadas por los enemigos de los estados unidos como: George Soros o Vladimir Putin. La verdad no sé si sea verdad que estos personajes tengan algo que ver en este fenómeno social o si sean los propios americanos quienes lo hayan provocado (para todos es sabido que los gringos meten su cuchara en todos lados y hacen lo que sea para lograr sus objetivos).
Sea como sea, el derecho a buscar un lugar donde ser feliz y estar seguro en compañía de los tuyos es un derecho humano, y voy más allá, es un derecho natural que debe ser respetado, ¡MIGRAR NO ES UN DELITO!
Gracias por leerme.