La Tecla Fértil
Del mismo modo, si Soros (y quizá el grupo de Clinton) estimula y facilita la inmigración hacia Europa, no es porque en la bondad de su corazón quiera darles mejores oportunidades de vida a la gente de África y Medio Oriente, sino porque un mayor flujo migratorio naturalmente va a crear una mayor tensión en la sociedad europea, debido a la competencia por trabajos y recursos, y al choque cultural, generando caos que a la larga facilitaría la ingeniería social. Supongamos, por ejemplo, que los choques entre inmigrantes y locales se agraven al grado de convertirse en verdaderas guerras civiles. ¿Decidirá en ese momento Estados Unidos intervenir directamente para «solucionar el problema»? ¿Y a qué precio para Europa? A eso habrá que sumar las oportunidades para actividades criminales que genera el paso de inmigrantes ilegales.
Por supuesto, esto no quiere decir que el problema migratorio no deba resolverse, ya que es cuestión de la más fundamental humanidad ayudar a nuestros vecinos en problemas. Pero la solución real radica en cesar las guerras y la financiación de grupos terroristas en Medio Oriente, así como la brutal explotación y desigualdad económica en África, para que sus habitantes no tengan motivo de emigrar, y para que aquellos que lo han hecho puedan regresar a sus hogares.
La información revelada en una investigación realizada por Disobedient Media ha revelado que varios de los grupos de ONG involucrados con la flota migratoria han recibido fondos de organizaciones alineadas con George Soros o por financiadores de Hillary Clinton.
La Migrant Offshore Aid Station (MOAS) fue fundada en 2014 por los empresarios Christopher y Regina Catrambone. MOAS opera los buques Topaz Responder y el Phoenix en la flota de migrantes. El Sr. Catrambone fue catalogado como un importante donante de Hillary Clinton, entregando más de $ 416,000 a su campaña presidencial en 2016. Otro importante partidario de MOAS es avaaz.org, quien donó 500.000 € a las operaciones de búsqueda y rescate de MOAS. Avaaz.org fue fundada por Moveon.org, una organización estadounidense propiedad de George Soros. Avaaz.org actúa como la sucursal europea de Moveon.org.
El grupo de ONG Save the Children opera el Astral en la flota de migrantes. Savethe Children es apoyado en parte por la Open Society Fundation (Fundación de Sociedad Abierta) de George Soros.
Médicos Sin Fronteras (MSF) también opera varios buques en la flota de migrantes, el Dignidad 1, los Argos de Borbón y el Acuario. MSF también ha recibido fondos de la Open Society Foundation.
Independientemente de las buenas intenciones que puedan estar detrás de las decisiones de estos diversos grupos de ONG para operar buques en esta flota, es probable que sean ilegales y, de hecho, están subversionando el derecho europeo. La participación financiera de George Soros y otros partidarios de grandes nombres plantea preguntas sobre las verdaderas intenciones de los varios patrocinadores que operan buques dentro de la flota.
Muchos de los migrantes que buscan entrar en la UE no son refugiados y están tratando de entrar por razones puramente económicas. Aún más preocupantes son los informes recientes de que el grupo terrorista ISIS ha comenzado a dominar las redes de tráfico en el norte de África y está reclutando activamente miembros de entre la población migrante con promesas de pequeñas cantidades de efectivo y garantizarles el paso seguro a la UE. La participación de ISIS en la trata de seres humanos y en el reclutamiento indica que existe una posibilidad muy real de que los grupos de ONG que operan los buques dentro de esta flota pueden (intencionalmente o no) ayudar y fomentar el terrorismo transportando agentes encubiertos a la UE.
Evidentemente, la mayoría de la gente que trabaja para estas ONG lo hace de buena voluntad. Pero, paradójicamente, su buena labor puede haber estado manchada desde el inicio por quienes buscan forzar cambios sociales mayores, como suele hacer el Sr Soros.
Este siniestro personaje financia organizaciones supuestamente democráticas en países que son blanco del imperialismo norteamericano; no porque Soros se preocupe de los procesos democráticos en esos países, sino porque tales organizaciones son utilizadas como plataforma para ejercer presión sobre los gobiernos locales, y si es posible, fomentar revoluciones «de color» o golpes de estado.
A medida que ha evolucionado la globalización neoliberal en las últimas décadas, la industria de medios de comunicación se ha afianzado como un poder global tan preponderante (y a veces superior en su capacidad de influencia) como los Estados-nación.
Esta industria ya no actúa como un intermediario o interlocutor entre las distintas tendencias y fuerzas sociales que hacen vida en una sociedad determinada. Ni siquiera lo hace a nombre de los partidos políticos o instituciones clásicas de la democracia representativa contemporánea.
“Su poder, ahora mismo, reside en su capacidad para influir en el poder: el poder de los gobiernos, jueces y legisladores; el poder de la política; el poder de decisión de los ciudadanos”, resalta un artículo de Estefanía Avella y Omar Rincón en la revista Nueva Sociedad
Ya en el siglo XVIII, los medios de comunicación eran catalogados como el “Cuarto Estado”, por su influencia cada vez más decisiva en los asuntos de gobierno en cierta condición de horizontalidad con los poderes clásicos de la democracia moderna: el poder legislativo, ejecutivo y judicial.
Tres siglos después, esta descripción adquiere un mayor grado de realismo, toda vez que los medios de comunicación pasan a ser un factor central en tiempos electorales y en la definición de las inclinaciones políticas y culturales de la sociedad global.
La industria de medios, de igual forma, no escapa de la concentración y centralización que actualmente vive el sistema capitalista como tendencia general.
Según el brazo comunicacional del Foro Económico de Davos, sólo nueve corporaciones privadas (en su mayoría estadounidenses) controlan el panorama de medios globales televisivos y digitales. Entre las corporaciones más resaltantes se encuentran News Corporation, Time Warner, Disney, Comcast, entre otras, que han copado casi a totalidad el tablero mediático.
En noviembre de 2016, una fuente independiente de noticias europeas, GEFIRA, reveló que varias ONG habían estado haciendo contrabando de inmigrantes desde la costa septentrional de África a través del Mediterráneo hasta la Unión Europea, utilizando una flota de buques destartalada. Las investigaciones realizadas por Disobedient Media muestran que varias de las organizaciones patrocinadoras de barcos en la armada son financiadas en parte por los donantes y organizaciones de Hillary Clinton dirigidas por el multimillonario George Soros. Las medidas adoptadas por los patrocinadores de buques de la flota pueden ser ilegales con arreglo a la legislación de la UE y, posiblemente, correr el riesgo de ayudar a los operativos de ISIS que se esconden entre la población migrante.
Hay un trasfondo que está inmerso en todos estos correos. Una especie de ‘pago por jugar’, como dicen ellos, que refleja el enorme flujo de dinero que representa intereses de Gobiernos, personas y corporaciones
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El 15 de noviembre de 2016 GEFIRA publicó evidencias de que varias ONG estaban utilizando una flota de más de una docena de barcos en el Mediterráneo para transportar ilegalmente migrantes de la costa norteafricana a Italia. GEFIRA utilizó las señales de AIS Marine Traffic (software de seguimiento de buques), Twitter y los informes en directo de un periodista holandés a bordo del buque Golfo Azzurro para documentar la supuesta colaboración entre las ONG, la Guardia Costera italiana y los contrabandistas. Los barcos fueron capturados en el radar moviéndose entre la costa italiana y libia llevando a los inmigrantes a la UE.
La Guardia Costera italiana dirigió los buques de la flota a las aguas territoriales libias, donde se dedicarían a «operaciones de rescate» y a llevar a los migrantes a bordo antes de entregarlos a la costa siciliana de Italia. Esto permitiría a los migrantes pasar por alto Malta, que se utiliza como un importante centro de procesamiento de inmigrantes y refugiados que entran en la UE. GEFIRA especuló que la facilitación por parte de las ONG holandesas, maltesas y alemanas del contrabando humano las convertía, en efecto, en operaciones de organizaciones criminales internacionales.
Recién, la capitana de un barco, tenía que ser dejada en libertad, hay razones suficientes para ello, igual estaría pasando en Centroamérica y Sudamérica por vía terrestre ante ofertas engañosas.
La pregunta, es porque desean movilizar a los ciudadanos mediante campañas falseadas