Revista Infancia

Migrando en familia: Herramientas para acompañar a tus hijos

Por Babytribu @babytribu

Hola queridas y queridos seguidores, hoy abordamos un tema que representa un cambio importante en la vida de muchas familias que por uno u otros motivos tienen que migrar a otra ciudad o a otro país. Para abordar el tema contamos con nuestras amigas de y psicólogas de Sens Centro de Atención Psicológica. Si estás en una situación similar o conoces a alguien cercano que lo esté viviendo, esperamos de corazón que te sirvan estos maravillosos consejos… Empezamos!

Migrando en familia: Herramientas para acompañar a tus hijos

Migrando en familia: Herramientas para acompañar a tus hijos

Por Patricia Pizzolante (Sens Centro de Atención Psicológica)

Tú y tu pareja han decidido migrar. La decisión te tiene un poco revuelta, pero estás segura de que los niños estarán felices con esta noticia. Ellos celebran, hacen preguntas y se imaginan cómo será su nueva vida. Al cabo de unos meses de trámites y preparativos, notas al más pequeño ansioso, no logra dormirse como antes. La mayor te habla una y otra vez de sus amigas y te dice que no quiere dejarlas.

Empiezas a preguntarte cómo será este cambio para ellos. Habías imaginado lo difícil que sería para ti dejar tu país, pero pensaste que los niños se adaptarían fácilmente. Te inquietas.

¿Cómo viven los niños la mudanza?

Cuando migramos, los niños también tienen que separarse y despedirse. Surgen en ellos sentimientos de alegría, tristeza, enfado. Nosotros, sus padres, tendremos un papel fundamental en este gran cambio.

Reconocer nuestro propio proceso (los sentimientos que te han surgido antes y durante la mudanza, lo que sientes haber perdido y haber ganado, tu experiencia) permite ponernos en los zapatos de los más pequeños y comprender qué se mueve dentro de ellos. Además nos permite saber que les transmitimos a nuestros hijos en relación a este cambio que se avecina.

Los niños, antes, durante o incluso un tiempo después de la mudanza, pueden sentirse desconcertados, fuera de su espacio seguro, en donde conocen las reglas y la forma de relacionarse. Mucho ha cambiado y por esto, nos volvemos casi su única referencia. Somos lo que permanece constante y les da seguridad. Poco a poco, el colegio y otros elementos que se vuelven parte de su rutina, les brindarán también estructura y una sensación de estabilidad.

Te dejamos 7 herramientas para acompañar a los pequeños y facilitar este proceso:

1.   Mantén, sin ser inflexible, hábitos, horarios y rutinas. Pero también, evita introducir otros cambios importantes en la vida del niño. Ya habrá tiempo para dejar los pañales.

2.   Lleva algún objeto que lo haya acompañado antes. Lleva un adorno, una manta, un cuadro de su habitación anterior y colócalo en la nueva. Servirá como transición, le harán sentir continuidad y seguridad en este nuevo espacio.

3.   Mantén contacto con la familia de origen. Hablar juntos por skype, escribirles un correo o enviarles fotos de su nueva casa, son formas de transmitir a los niños que la relación con las personas que quiere, no se ha terminado, pero sí ha cambiado. Nunca lo obligues, ofrece el espacio, poco a poco se irá familiarizando con estos nuevos medios de comunicación.

4.   Celebren rituales o tradiciones de su país de origen y del nuevo país. Las tradiciones propias permiten reforzar su identidad, lo que ha sido hasta el momento y que conoce. Abrirse a las nuevas fiestas valida la integración del niño a este nuevo lugar.

5.  Recuérdale habilidades que ha utilizado en otros momentos complejos para que pueda usarlas nuevamente. ¿Recuerdas ese momento que representó un reto para tu hijo, y que resolvió favorablemente?. Cuéntaselo.

6.   Cuida las comparaciones. Criticar el nuevo lugar, sus costumbres, su forma de hablar interfiere con su adaptación. Desvalorizar características propias de su país de origen, genera confusión y hace que vea como negativos aspectos que le eran propios. Tanto el viejo como el nuevo país forman parte de quien ahora es tu hijo.

7.   Permítele expresar sus sentimientos, compartan temores y alegrías. ¿Cómo? Aquí algunas ideas:

·   Invítalo a dibujar juntos. Su casa, la vieja, la nueva. Pueden empezar a hablar sobre aquello que dejaron y aquello que han ganado. Puedes hacer lo mismo con el colegio, sus amigos, la ciudad. Es un medio natural por medio del cual podrá expresar lo que está viviendo.

·   Invítalo a contar sobre lo más agradable y lo menos agradable de su semana. Abrir el espacio para decir lo que te gusta o disgusta ayudará a tomar conciencia del cambio y sus diferencias. Podremos mostrarles que para nosotros tampoco es fácil el cambio y que extrañamos mucho aún.

·   Lean cuentos o vean películas que hablen sobre mudanzas. El día de la Mudanza para Tiger, Otto se muda a VillaCuadrado, La vida sin Santi, son algunos cuentos que tocan estos temas. También películas como Intensamente. Verá que no es el único viviendo este cambio ni sintiendo todo lo que siente. Después hazle preguntas e invítalo a hablar.

No podemos olvidar que cada familia, cada mudanza, cada nuevo lugar es un mundo y tendrá sus matices particulares. Ni tampoco, que migrar es un proceso que toma su tiempo y no sucede siempre de forma lineal. Pero, si ves que tu hijo está irritable, se aísla, o llora con frecuencia, si rechaza el colegio o actividades que usualmente disfrutaba, presenta alteraciones en el sueño o en la alimentación, no dudes en consultar a un especialista en psicología.

Patricia Pizzolante.

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Migrando en familia: Herramientas para acompañar a tus hijos

*Foto de unsplash.com

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