Miguel ángel escrivá (santero y los muchachos): "seguimos juntos porque hemos aprendido a discutir" [entrevista]

Dos años después de la publicación de Royal Cantina, su último trabajo de estudio, y tras ofrecer su concierto más especial hasta el momento, en casa, en el Palau de Les Arts de Valencia, Santero y Los Muchachos se preparan para volver a la carga en Madrid. En esta ocasión la cita será el 15 de marzo en la localidad de Coslada y en el marco del ciclo Coslada Sonora impulsado por la Concejalía de Cultura de su Ayuntamiento. Por ello, unos días antes, el vocalista, bajista y compositor Miguel Ángel Escrivá comparte la última hora del grupo aquí.

En febrero primero se quemó parte del Parque Natural de El Saler y después tuvo lugar el trágico incendio en la ciudad de Valencia. ¿Cuál es el estado de ánimo en el seno del grupo en estos momentos? Espero que vuestra gente también esté bien, por supuesto.

Lo de El Saler nos entristeció porque forma parte de nuestra historia vital. Desde niños hasta ahora es un lugar que se ha mantenido igual, y pasear por allí es volver a la infancia, a la adolescencia, a la historia de los mayores. Algo así rompe con esta especie de punto atemporal que tienen los lugares naturales, donde el tiempo no parece penetrar. Afortunadamente se ha salvado mucho. 

Aunque debo decir que no tiene comparación con lo ocurrido en el barrio de Campanar. Esto ha sido muy duro. Conocer las vidas perdidas y rotas por este accidente ha sido terrible. La ciudad quedó en silencio y muy afectada. Cancelar el concierto que teníamos a los dos días es lo mínimo que podíamos hacer. Se decretó luto oficial por tres días. Parece una broma que todo esto sucediera en vísperas de Fallas. Probablemente sean, si no las más tristes, las más extrañas. Campanar además era un barrio muy fallero, muy reconocido en este ámbito. No imagino con qué pesar vivirá este vecindario cada marzo nuestra fiestas más ardientes. 

Cuando suceden desgracias a vuestro alrededor, ¿sois artistas que buscáis consuelo o refugio en la música al máximo o todo lo contrario?

Es muy curioso cómo de reversible es el efecto de la música. A veces nos gusta recordar algo y llorarlo a moco tendido, en otras ocasiones las canciones te hacen huir y dar la espalda a los problemas. La misma tarde del incendio, cuando todavía no conocíamos el alcance de la masacre, nos escribía una seguidora contándonos que iba a venir con su novio bombero a vernos dos días después. En ese momento él estaba en plena batalla contra las llamas. Ella ya nos pedía que, llegado el momento, desde el escenario agradeciéramos por el micrófono y reconociéramos la valentía del cuerpo de bomberos. 

Le dije que desde ya reconocíamos su labor pero que no sabía cómo iba a ser todo. Le explicaba que los músicos apagamos muchos más problemas que la gente tiene con nuestras canciones, y según fuera el recital vería oportuno hacer mención o no. Por supuesto, en ese momento,  no imaginaba la dimensión del accidente. Durante aquel cruce de mensajes la cosa en el edificio había empeorado mucho y me atreví a adivinar que sería muy remoto celebrar nada. Le mandé un mensaje de fuerza y ánimo para los dos. 

En Dragón, vuestro último single publicado hasta la fecha, habláis sobre “qué cosas no debíamos haber dejado de hacer, de vivir o con quién si viajáramos al último minuto de nuestra vida". ¿Se trata de un pensamiento recurrente para vosotros?, ¿tratáis de exprimir cada instante todo lo posible?

Los propios textos son también una manera de salirnos del personaje de a pie. Los que escribimos canciones no siempre predicamos con lo escrito. No siempre eres esa persona que canta a pecho descubierto sus sentimientos, lo que hacer o lo que no. El sentido común, la situación personal de cada uno marca mucho las decisiones. Pero las canciones están para eso. Para recordarte durante unos minutos que puedes arriesgar. Que debes hacerlo porque el 'game over' está ahí para todos. 

Por cierto, en todos estos años, y ya van unos cuantos desde el nacimiento de Santero y los Muchachos, ¿se os está quedando algo en el tintero?

Claro, aún no nos hemos podido comprar una casa en la playa... Supongo que aún no hemos hecho la canción que nos conduzca a ello. 

¿Tal vez también alguna versión que llevéis tiempo queriendo grabar, como algo de Top-Son? [José Escrivá, su padre, era el bajista]

Sí, esa está pendiente. Nos cuestan mucho las versiones, siempre nos va a gustar más la original. 

A propósito de familia, esto de trabajar juntos siendo tres hermanos en la banda [Josemán y Javier], ¿facilita las cosas o añade cierta presión o dificultad a la hora de desconectar después?

Lo más duro ya ha pasado. Para llegar hasta aquí hemos tenido que discutir alguna vez sí o sí. Seguimos juntos porque hemos aprendido a discutir, a respetarnos. Además, es muy satisfactorio cuando sonreímos a una. Hay mucha complicidad. 

Grabar un disco doble no está en ese tintero porque aquí tengo Royal Cantina a mano... ¿pero qué me dices de alguna grabación en directo?

Eso está hecho. Recién hecho, por cierto. El disco verá la luz esta primavera. Estamos mezclándolo con verdaderas ganas por transmitir la magia que se dio una noche de finales de enero de 2024 en El Palau de Les Arts de Valencia. 

¿Cómo fue? ¿Esperabais algo así o superó vuestras expectativas?

Nos impresionó tocar allí para tanta gente. Fue emocionante, salió todo estupendamente. 

¿Qué otra actuación o actuaciones en plural recuerdas así de buenas a primeras por algún motivo en particular?

Ha habido conciertos muy especiales. Los hay masivos, pero pudo ser muy especial también tocar la primera vez en Valladolid en una especie de terraza de bar de comidas con nuestro primer disco, y darnos codazos porque entre los que pasaban por allí había dos cantando las canciones. Descubrir que te han descubierto ha sido maravilloso en varias ocasiones. 

¿Y qué hay de los conciertos en México? 

Así es, en México recuperamos esa sensación propia de los comienzos. No saber qué ni quien nos esperaba allí. La gente llenó dos días la sala y coreaba fuertemente las canciones. 

¿Entonces vuestra "Santería" gana adeptos por allí también?

Tenemos que regresar y expandir Santería por esta tierra tan atenta y maravillosa. 

Vuestro próximo concierto tendrá lugar el 15 de marzo en el Teatro La Jaramilla de Coslada, con motivo del ciclo Coslada Sonora. ¿Qué aporta al circuito un ciclo como este y cómo lo valoráis vosotros? 

Lo vemos como algo necesario. Los festivales, las salas y ciclos especializados se retroalimentan. Las bandas y los artistas empezamos en salas pequeñas, para acabar en los carteles de festivales, para continuar en salas más grandes o ciclos especializados.

Las personas más melómanas suelen preferir escucharos en un recinto de aforo reducido antes que en un festival, por ejemplo. ¿Para vosotros qué supone actuar en una sala o en un teatro?

Una banda en una sala está tocando para su público. Cuidará mejor los detalles en el escenario que ha podido preparar para ese encuentro tan deseado. A un festi vas con limitaciones de horario, tanto para probar sonido, si te dejan probar, como para el show. Todo se reduce y cuida menos en un festi. La parte buena del festival es que puedes ganar público. 

Por cierto, hace años aquí en Coslada contábamos con salas en plural donde poder disfrutar de música en directo. Ahora hay una sola, al menos que yo conozca y frecuente... ¿Cómo vivís esta situación los artistas? ¿Creéis que estas salas de conciertos están en peligro de extinción? 

Lo siento, lo desconocía. No lo creo, de hecho, hay más bandas que nunca y todas necesitan exponerse en las salas. El que más o el que menos arrastra su público. Pero es verdad que los hosteleros con salas de música en directo parecen estar más fustigados que las discotecas que trabajan incluso a más volumen, con música pinchada y más capacidad de aforo. Algo asombroso. El hecho de llevar una batería o conectarte a un ampli, alarma de una manera incomprensible en muchas ocasiones. 

Y por último, ¿qué podemos esperar de vuestro concierto en el Teatro La Jaramilla en el marco de este ciclo Coslada Sonora?

Iremos en formato acústico y cuarteto, haremos todo lo mejor posible. La diferencia entre los conciertos la marca el público, pondremos nota al de Coslada.

Texto: Alberto C. Molina 

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