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Miguel Blesa, ex presidente de Caja Madrid, continúa este viernes por la mañana en la cárcel, donde ingresó la pasada noche después de que un juez de la capital dictara un auto de prisión provisional (eludible bajo una fianza de 2,5 millones de euros) por presuntos delitos societario, de falsedad documental y de apropiación indebida en la compra del City National Bank of Florida.
El juez de instrucción Elpidio José Silva observa “indicios racionales de responsabilidad criminal” en dicha adquisición, realizada en 2008 por un total de 1.117 millones de dólares, cuando el valor real de la entidad estadounidense era, afirma Silva, de 581 millones. “En resumidas cuentas, ello implica pérdidas de más de 500 millones de euros”, subraya el magistrado, quien impuso la fianza a Blesa, de 65 años, por apreciar “un innegable riesgo de fuga”. La familia del detenido está tratando de reunir el importe.
La operación de compra del City National Bank of Florida se llevó a cabo “sin autorización de la Comunidad de Madrid, que era la entidad supervisora, el Banco de España había declarado que el precio pagado era el doble (…) y hasta el regulador norteamericano dijo que este banco no tenía controles”, afirmó este viernes en rueda de prensa el abogado de la acusación, Luis Pineda.
Presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, Pineda, que representa a la organización ultraderechista Manos Limpias en una demanda contra Blesa, consideró que responsables de Caja Madrid podrían haberse embolsado “más de 100 millones de dólares en comisiones” por dicha operación. Blesa se convierte así en el primer gran banquero español que pisa la cárcel en casi 20 años, desde la intervención de Banesto en diciembre de 1993, que llevó a prisión a Mario Conde, su hasta entonces presidente.
Nombrado presidente de Caja Madrid en 1996, tras la llegada del PP al poder, Miguel Blesa, amigo personal del ex presidente José María Aznar, abandonó el cargo en 2009 antes de que ésta y otras seis cajas de ahorros se fusionasen para crear Bankia. El rescate millonario de ese banco, que tuvo que ser nacionalizado en 2012 para evitar su quiebra, precipitó una ayuda europea a la banca española.