Revista Libros

Miguel Hernández, in memoriam

Publicado el 30 octubre 2015 por Martikka
Fotogafía Miguel Hernández con frase del autor
Destruyeron los libros del llamado poeta rojo, lo encarcelaron y le condenaron a muerte.
Conmutada la condena por la de 30 años, enfermó y murió a los 31 años.
Hoy, 105 años después de su nacimiento seguimos recordando su legado en forma de poemas.
Miguel Hernández, in memoriam
Tened presente el hambre: recordad su pasadoturbio de capataces que pagaban en plomo.Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,sus ávidas quijadas, sus miserables vidasfrente a los comedores y los cuerpos salubres.Los años de abundancia, la saciedad, la harturaeran sólo de aquellos que se llamaban amos.Para que venga el pan justo a la dentaduradel hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,los que entienden la vida por un botín sangriento:como los tiburones, voracidad y diente,panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.Años del hambre han sido para el pobre sus años.Sumaban para el otro su cantidad los panes.Y el hambre alobadaba sus rapaces rebañosde cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,cicatrices y heridas, señales y recuerdosdel hambre, contra tantas barrigas satisfechas:cerdos con un origen peor que el de los cerdos.Por haber engordado tan baja y brutalmente,más abajo de donde los cerdos se solazan,seréis atravesados por esta gran corrientede espigas que llamean, de puños que amenazan.No habéis querido oír con orejas abiertasel llanto de millones de niños jornaleros.Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertasa pedir con la boca de los mismos luceros.En cada casa, un odio como una higuera fosca,como un tremante toro con los cuernos tremantes,rompe por los tejados, os cerca y os embosca,y os destruye a cornadas, perros agonizantes.Miguel Hernández, in memoriam


Os recomiendo el visionado de este vídeo con la canción de Joan Manuel Serrat "Para la libertad" y a continuación podéis leer el poema completo:
Para la libertad... sangro, lucho y pervivo.

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,como un árbol carnal, generoso y cautivo,doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,y entro en los hospitales, y entro en los algodonescomo en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura miraday hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcanen la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.Porque soy como el árbol talado, que retoño:porque aún tengo la vida.

MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)
Tras morir de tuberculosis, dicen que a Miguel no pudieron cerrarle los ojos cuando iban a amortajarlo. Que los tenía abiertos como dos piedras azules. Como dos faros de luz en la oscuridad.
Sus amigos ya habían puesto a salvo sus escritos y poemas. Hoy es de recibo leerlos de nuevo para honrar su memoria.
Sus últimos versos fueron:
Adiós, hermanos, camaradas, amigos:despedidme del sol y de los trigos. Trigo y sol

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