
Polo Polo, quien llegó al Congreso como representante de las comunidades afrodescendientes, ha sido una de las voces más críticas del gobierno de Gustavo Petro. Su estilo combativo en redes sociales y debates parlamentarios lo han convertido en una figura mediática con una fuerte base de seguidores, aunque también en un personaje polarizador dentro de la política colombiana.
La renuncia a su curul responde a la estrategia de consolidar su imagen como un líder de derecha, buscando captar el voto de quienes se oponen a las políticas progresistas implementadas en el país. En sus declaraciones, ha manifestado su intención de representar a un sector que, según él, se siente abandonado por los partidos tradicionales y necesita una voz firme en el escenario electoral.
A pesar de su popularidad en ciertos círculos, Polo Polo enfrenta grandes desafíos en su camino a la presidencia, incluyendo la falta de una estructura partidista consolidada y la necesidad de ampliar su respaldo más allá de su actual base de seguidores.
Con su decisión, el panorama político para 2026 empieza a tomar forma, y su candidatura promete ser uno de los temas más comentados en la contienda electoral.
