Foto Mike
Hoy os traemos una vieja noticia pero a buen seguro no excesivamente conocida, una de esas curiosidades y casualidades que se dan muy pocas veces, y por tanto como este caso son únicas. Era un 10 de septiembre de 1945, cuando Lloyd Olsen y su mujer Clara estaban matando pollos en su granja de Fruita, en Colorado (Estados Unidos). Olsen los decapitaba y su mujer los limpiaba. El hecho insólito ocurrió cuando uno de los 40 o 50 animales que fueron "ajusticiados" por Lloyd no se comportó como el resto. Según Troy Waters, bisnieto de la pareja y también agricultor de Fuita,"cuando terminaron se dieron cuenta de que uno todavía seguía vivo y andaba caminando". Ante los asombrados ojos del matrimonio Olsen, el pollo corría y corría sin parar por lo que decidieron dejarlo durante la noche en una vieja caja de manzanas y, cuando a la mañana siguiente fueron a ver qué había pasado, "el animal seguía vivo", afirma Waters.Foto familia Olsen
Waters escuchó la historia de niño, cuando su bisabuelo vino a vivir con su familia, sus habitaciones eran contiguas y el anciano, que padecía de insomnio, hablaba sólo durante horas. "Llevó los pollos al mercado del pueblo para venderlos"(incluido el animal descabezado) y comenzó a apostar unas cervezas a que tenía un pollo vivo sin cabeza. El rumor en torno a este "ave milagrosa"comenzó a correr por Fruita. El diario local envió un reportero a entrevistar a Olsen y dos semanas más tarde se le acercó un promotor de espectáculos llamado Hope Wade, de Salt Lake City, en Utah. Le hizo una propuesta simple: llevar el pollo al circuito de espectáculos de feria, así ambos podrían lucrarse. "En los años 40, ellos tenían un pequeña granja y atravesaban por dificultades", afirma Waters, motivo por el cual aceptaron la propuesta. Primero visitaron Salt Lake City y la Universidad de Utah, allí sometieron al pollo a una serie de pruebas y según se afirma científicos de la universidad decapitaron a varios pollos para ver si alguno sufría la misma suerte, aunque este hecho no está contrastado. Fue allí cuando la revista Life Magazine descubrió la historia de Mike, "el milagroso pollo sin cabeza", que a la postre fue como denominó Hope Wade al espectáculo. Después, Lloyd, Clara y Mike partieron de gira por EE.UU, fueron a California y Arizona, y Hope Wade llevó a Mike al sureste de EE.UU. cuando los Olsen tenían que regresar a la granja a recoger la cosecha.Los viajes de Mike fueron documentados cuidadosamente por Clara en un cuaderno que todavía Waters conserva. Después de la primera gira, los Olsen llevaron a Mike a Phoenix, Arizona, donde el animal falleció ."Allí fue donde murió, en Phoenix", dice Waters. Pero lo curioso del caso no es el hecho de su fallecimiento, sino la forma en que se produjo. A Mike lo alimentaban con comida líquida y agua directamente por el esófago. Otra función vital con la que lo ayudaban, era limpiarle el moco de su garganta. Lo alimentaban con un gotero y le limpiaban la garganta con una jeringa.La noche en que murió, los Olsen se despertaron con el ruido del animal ahogándose. Cuando buscaron la jeringa, se dieron cuenta de que se la habían olvidado en la feria y, antes de que pudiesen encontrar una alternativa, Mike se había ahogado y yacía muerto.
Limpieza de Mike con jeringuilla
Tal y como tú mismo puedes documentar, cuando se le corta la cabeza a un pollo sucede lo siguiente según Tom Smulder de la Universidad de Newcastle (Inglaterra):
- La decapitación desconecta el cerebro del resto del cuerpo, pero por un corto período de tiempo, los circuitos de la médula espinal contienen todavía oxígeno residual.
- Sin el aporte del cerebro, estos circuitos arrancan de forma espontánea. "Las neuronas se vuelven activas, las patas empiezan a moverse".
- Por lo general, el pollo está acostado cuando esto ocurre, pero, en algunos pocos casos, las neuronas hacen que se active el sistema motriz.
- "El pollo correrá por un corto período de tiempo", dice Smulders. "Pero no por 18 meses, sino más bien por 15 minutos o algo así".