Revista Música
Mikel Erentxun, que rinde tributo al rey del rock, habla de sus mitos musicales en su rincón favorito del Sur
"Amo a Elvis", confiesa Mikel Erentxun horas antes de iniciar su particular homenaje de dos noches al rey del rock. "Cuando empezaba, antes de Duncan Dhu, tenía un grupo que sólo hacía versiones de Elvis, pero ya hace más de veinte años que no las canto. Para mí, y para todo el mundo, Elvis es un pilar fundamental de la música popular. Luego vinieron los demás, pero él fue el más grande, y figura entre mis tres artistas favoritos, junto a Bob Dylan y los Beatles". El cantante donostiarra desayuna en el hotel Utopía, "un lugar con un encanto muy especial, que me sedujo desde el primer momento", donde precisamente presentó meses atrás su nuevo álbum, en otra tanda de dos conciertos. "El segundo de ellos lo tengo considerado entre los tres mejores de mi carrera; la magia flotaba en el aire".
Erentxun, de 45 años, no tiene edad para haber conocido a Elvis merced al legendario programa televisivo Ed Sullivan Show. "Me empezó a gustar en el 77, el año de su muerte, aunque todavía estaba vivo, y en poco tiempo reuní toda su discografía, más de cien discos. Fue un flechazo. Mi primer disco fue de Elvis, fíjate con qué edad, con doce años. A Dylan lo descubrí más tarde, ya con Duncan Dhu, en los 80, y se abrió otro mundo ante mí. La carrera de Dylan resulta más ecléctica, con épocas muy diferentes entre sí. Va por épocas. Ahora me vuelco con los años que compartió con The Band, hasta El Último Vals, pero también me encanta el Dylan actual; su disco navideño es magnífico. También me perdí los años gloriosos de Dylan, lo he visto tres veces pero me hubiese gustado estar en su primera etapa, del mismo modo que de los Beatles sólo conozco, en directo, a Paul Mc Cartney; me estrené con ellos casi a la par que con Elvis, en casa ya estaban los míticos dobles rojo y azul, los recopilatorios, que recuerdo desde que tengo uso de razón". Mikel habla con pasión, se le nota cómodo rememorando sus primeros pasos como aficionado, y recuerda la huella que Elvis dejó en Dylan, Beatles y todos los demás. "John Lennon dejó escrito que antes de Elvis no había nada". Springsteen, otro alumno aventajado de Presley, dijo que éste liberó el cuerpo de la juventud americana mientras que Dylan liberó la mente. "Una frase muy acertada. Bruce también le debe mucho a Elvis, que marcó a varias generaciones. Con el tiempo, vemos a un Elvis naif, casi inocente, pero en el 54 representó un escándalo, fue prohibido, censurado de cintura para abajo. Fue algo muy fuerte, quizá mucho más allá que la letra obscena de un rapero de hoy en día. En aquellos tiempos, frente a la sociedad biempensante americana, Elvis fue el demonio, la revolución".
Mikel ahonda en la figura del "Elvis sagrado, que trascendió de modo más notorio con su muerte, que lo convirtió en mito para la eternidad. Es cierto que en sus últimos años no era tan respetado, pues engordó y bajó el nivel tras su regreso a los escenarios. Pero sigue siendo el rey en todos los sentidos. A no ser que Michael Jackson lo haya superado, sigue siendo el artista que genera más ganancias aun muerto. Un clásico".
Mikel actúa en el hotel Utopía con dos bandas distintas; anoche con Dinki Timone Combo y hoy con Los Intocables. Una experiencia intensa y atractiva, amén de insólita. "Una fiesta en un lugar encantador, con cena a los años cincuenta, gastronomía de alto copetín y las canciones de Elvis a los postres, como si estuviésemos en Las Vegas", señala entre bromas y veras. "Este hotel es una maravilla en mitad de la nada", ilustra el cantante. "Benalup es el único lugar del mundo donde voy solo con mi guitarra, un rincón que me inspira y me divierte, se ha convertido en un lugar fijo para mi vida y mi carrera. Ya se sabe que Cádiz me encanta, tengo una canción a su nombre". En el disco "Acróbatas", concretamente, Mikel pregunta dónde está el cielo, dónde está el Sur, y sigue el camino que "va directo a Cádiz" , vuelve a la tierra "vestido de arena y de sueños verdes y amarillos, de sombras y brillos". Y no olvida el viento, claro está.
Su memoria de largo alcance rescata un concierto glorioso de Duncan Dhu en Puerto Real. "Fue el verano del 90, abrimos en Puerto Real la gira mundial de "Autobiografía". Eran otros tiempos. Hoy, la música y los medios de comunicación viven en la encrucijada, con la incertidumbre de quien va a cambiar de vida, de formato, para quizá seguir en la misma senda. "Internet lo cambió todo. El cd desaparecerá, aunque se mantendrá el vinilo para sibaritas y coleccionistas, de la misma manera que seguiremos leyendo la prensa en papel, yo prefiero el papel. Con la literatura, tres cuartos de lo mismo, cada día aparecen nuevos utensilios y con un móvil ya puedes leer el diario y escuchar la última canción. Corren tiempos raros. La prensa musical languidece, cada día se vende menos música pero se escucha más. Yo no me puedo quejar. Voy por mi disco diecinueve, voy con el signo de los tiempos, siempre fui muy inquieto, no he parado de trabajar y disfruto haciéndolo". Y su blog contabiliza unos dos mil visitantes diarios, en permanente contacto con sus admiradores. Mikel, en primera persona del plural.
Junio 10, Cultura, Diario de Cádiz