Lazo negro
Estas fechas la actualidad está centrada en la Eurocopa de fútbol pero una noticia conmocionó al fútbol nacional. Miki Roqué, jugador del Betis, que llevaba 2 años luchando contra un cáncer de pelvis, fallecía en Barcelona.
Cualquier muerte entraña una parte de tristeza, más elevada si esta es de una persona joven y si este es un deportista de élite, la trascendencia aumenta. Es mucho más importante la pérdida personal de la familia y amigos del jugador que la deportiva, así que hacia ellos va un sentido pésame.
La carrera de Miki no había hecho sino comenzar, le quedaban por escribir muchas líneas que quedarán en blanco. Desgraciadamente, el cáncer sigue siendo una enfermedad con una alta mortandad, no siempre se le puede vencer, ni aún siendo deportista y contar con los mejores medios médicos.
Se une a la lista de jugadores encabezada por los eternos Jarque y Puerta que deberían estar haciéndonos disfrutar de su fútbol en el campo y disfrutando, ellos mismos de sus familias.
Descansen, todos ellos, en paz.