Revista Cultura y Ocio

Miko, las sacerdotisas japonesas

Por Dario @darijapan
En los santuarios shintoístas de Japón trabajan unas sacerdotisas conocidas como Miko (巫女), quienes se encargan básicamente de asistir a los sacerdotes en los rituales, vender amuletos, o bien de colaborar en el mantenimiento del mismo. Estas jóvenes ayudantes proceden en la mayoría de los casos de familias de sacerdotes, y su tradición comenzó a principios del lejano periodo Sengoku.

Miko, las sacerdotisas japonesas

Miko, sacerdotisas japonesas preparándose para una boda - Flickr photo credit: Chris Gladis

Desde la antigüedad hasta ahora las Miko siempre fueron un apoyo importante para los santuarios, y continuamente se dedicaron a ayudar en deberes religiosos. En la época feudal de Japón servían también como chamanes, y eran convocadas particularmente para realizar adivinaciones o plegarías. Hoy en día su labor se centra principalmente dentro de los santuarios, pero sus conocimientos siguen siendo un misterio para muchos.
Es muy sencillo identificar a una Miko por su vestimenta, la cual se compone por un pantalón Hakama rojo y una chaqueta (Haori) de color blanco, ya que en la religión shintoísta este color representa la pureza. Por otra parte, también podemos ver que utilizan distintos adornos en el cabello y algunas cintas de color rojo.

Miko, las sacerdotisas japonesas

Sacerdotisas Miko preparándose para una danza ceremonial shintoísta - Flickr photo credit: m_nietzche

Actualmente no se requiere de muchos años de estudio para ser Miko, por lo que cualquier chica japonesa que tenga interés puede convertirse en una, y así ganar un poco de dinero trabajando en el santuario. En muchos santuarios contratan a chicas jóvenes (con o sin conocimientos) que desean trabajar como Miko. Los únicos requisitos son que sean solteras, y que hablen un poco de inglés, ya que ellas son las que tienen más contacto con los turistas que visitan los santuarios. Eso si, las Miko solo pueden trabajar hasta los 30 años como máximo, y solo aquellas que estén bien capacitadas pueden seguir trabajando en otras áreas del santuario.
Sin embargo y a pesar de que cualquier joven puede convertirse en una Miko, tal como mencione antes la mayoría de estas ayudantes proceden ya de familias de sacerdotes, lo cual es una ventaja debido a que ingresan con un poco más de conocimiento a cerca de como funcionan los santuarios y los ritos de religión misma. Por otra parte, no pensemos que el trabajo de las sacerdotisas del Japón moderno se limita a vender amuletos a los visitantes, sino que también se dedican a llevar a cabo danzas ceremoniales muy complejas en las bodas tradicionales u otros eventos religiosos de gran importancia.
¿Que te parecen estas sacerdotisas?
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