MIL AÑOS DE ORACIÓN (Wayne Wang, 2007)

En los años ochenta, mucho antes de filmar Smoke y estrenar en el cine la literatura de Paul Auster, Wayne Wang se había dado a conocer con Chan is Missing, una pequeña película en 16 milímetrosblanco y negro que descorría el telón, quizás por primera vez, sobre un fenómeno hasta entonces relativamente ignorado: la suerte de la inmigración china en los Estados Unidos. Un cuarto de siglo después, cuando parecía haberse especializado en el eclecticismo, Wang vuelve a sus raíces, vuelve a la problemática de  Chan is Missing y filma Mil años de oración, un film tranquilo, modesto, muy de cámara que plantea cuestiones como la asimilación, la integración y diferencia cultural en el contexto específico de una familia.La premisa de la película de Wang es simple: un padre viudo llega de Pekín a un suburbio de una ciudad norteamericana a visitar a su hija, a quien no ve hace doce años. La hija trabaja todo el día, en parte porque está completamente aculturada, en parte, quizás, para evitar un contacto con su padre que la incomodaría. Suelto y solo, el padre (como un Mr. Magoo del lejano Oriente) recibe un curso acelerado de civilización americana: lee el diario todos los días con un diccionario al lado, va al supermercado, tropieza con rubias oxigenadas, atiende a mormones que promueven pastores a domicilio y traba relación con una mujer iraní. Pero el foco de Mil años de oración está, en realidad, en lo que menos se ve: la relación tensa, difícil entre un padre y una hija que están juntos otra vez y pueden otra vez, el tiempo perdido pero no hacen otra cosa que llenar el silencio. Incómodos, abrumados por el peso inmenso de todo lo que tendrían que decirse. Como toda película de familia que se precie, Mil años de oración es un pequeño ensayo sobre el secreto, el ocultamiento y la mentira.Más que amor o que rencor o que indiferencia, lo que circula entre el padre y la hija son historias, versiones más o menos acertadas de hechos que nunca fueron probados y que sostienen, sin embargo, esa arquitectura precaria pero influyente sin la cual ninguna familia sobreviviría: una leyenda.
Presentación realizada por Alan Pauls en octubre de 2011 en  Primer Plano I.Sat.

Transcripción del siguiente enlace audiovisual: https://vimeo.com/30545083