¡Qué jóvenes somos! Un año más tarde, con más de 1400 seguidores en Twitter, aproximándonos a 800 en Facebook y sin apenas patas de gallo, cumplimos un año. El día 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, Cooliflower celebra su primer aniversario. Parece que fue ayer cuando escribimos nuestro post “Ser Eco en el asfalto”, en él, apuntábamos la dirección a seguir, hablando de la ecología que convive con la mayoría de nosotros, la cotidiana, la de los pequeños gestos… algo verde para todos porque ecología eres tú, que dirían los dos Gustavos más influyentes de España -a cual más verde-, la rana y el poeta.
Para todos los que habéis conocido este blog recientemente o para refrescar la memoria de los fieles seguidores (gracias, mamá, te debo un besito, gracias, Miguel, te debo dos cervezas), os resumimos los temas más destacados.
Cooliflower: La marca (sí, suena a remake de teleserie)
Efectivamente, al igual que junto (¡no “tras”!) todo gran hombre hay una gran mujer, junto a un gran (ejém) blog debe existir un ideario, y por qué no, una gran marca. Cooliflower ha organizado concursos, promocionado tiendas Cooliflower y reportado su “Cooliflower News” periódicamente. Hablamos de ecotendencia, de moda, de proyectos vinculados a nuestras cabezas verdiblancas… Y lo seguiremos haciendo ¡Estamos orgullosos de ser quienes somos! ¡Epa!
El mundo avanza, aunque sigan reponiendo a Steve Urkel
Edison fue una gran inventor: inventó las bombillas, las patentes y las demandas indiscriminadas. Si no fuera por gente (a veces gentuza) como Edison, el mundo no avanzaría (ni existirían los abogados sin escrúpulos). A lo largo del año, hemos hablado de edificios clorofílicos, agua plástica, retretes “low-cost”, carreteras de vidrio… si la nueva tecnología puede mejorar al planeta y hacernos la vida más fácil, tiene hueco en nuestro blog. Ser ecológico no significa ser una mezcla de troglodita y Shaggy (Scooby-Doo), vivimos en el siglo XXI, hombre… ¡Viva la ciencia bien aprovechada!
CO2, esta es nuestra guerra (a veces siento las piernas)
La lucha contra el CO2 es (y será) la principal causa del blog. En primer lugar, porque Cooliflower es una marca que compensa el dióxido de carbono, y en segundo lugar, porque ya no existe un solo país que no reconozca los efectos perjudiciales de los gases de efecto invernadero. Desde nuestros comienzos, hemos hecho hincapié en el tema con post como “Planta tu árbol”, “El largo y cálido verano” ( I y II) o “Los osos no vuelan”. El CO2 se puede combatir de muchas maneras: en “Emisiones de CO2: Todo se reduce a esto”, ya lo comentábamos: Aparca el coche, respira (¡y vive!).
Tú eres la pieza fundamental
¡Eh! Tú (sí, tú, no te gires) eres el único o la única que puede cambiar la tierra. Semana tras semana, hacemos (¡jajajá! -risa malvada-) un “lavado de cerebro” ecológico para que sepáis que cada uno de nosotros cuenta: por separado, con pequeñas acciones; juntos, unidos a gran escala. El poder individual de “Impactante no impact man”, el poder colectivo de “Tú escribes la historia”… el argumento se repite: Sabemos que el mundo está muy mal, los precios por las nubes, las relaciones no digamos y España llena de obras, señor taxista, pero vamos a dejar de quejarnos y ponernos manos a la obra.
¡Ay, que risa más tonta! -declaró el inventor del óxido nitroso-
Nos gusta reírnos, o sonreír, o al menos empezar la mañana sin una nube negra encima de la cabeza. Y la verdad es que escribir sobre ecología en los tiempos que corren nos haría saltar por la venta a más de uno si no fuera porque A) Vivimos en un primero y sólo nos torceríamos un tobillo y B) Aún mantenemos el sentido del humor. ¿Qué nos quedaría, amigos, si perdiéramos la capacidad de reírnos de nosotros mismos, además de tres euros en la cuenta del banco y un cubo de rubik? El karma y la cerveza, las navidades, el fin del mundo… tenemos la libertad de ser optimistas, y además es gratis. Mejor lo aprovechamos, ¿si?
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¡No estoy de acuerdo con la controversia! (…anda, si estoy creando controversia)
Generar controversia es sencillo: puedes decir que Tiger Woods te ha puesto mirando a Cuenca (pide la vez), declarar que no te gusta el “inconmensurable” cine español o tocar un tema peliagudo, de esos que ofrecen una segunda lectura irritante a la mitad de la población. Nos gusta escribir sobre temas controvertidos porque es un empujón hacia la participación y el estruje de meninges, así, hemos escrito, entre otras cosas, sobre toros, perros, cerdos, piratas y armas… visto todo junto, una película de Guy Ritchie por lo menos.
¡Nuestros favoritos!
Aunque todos los padres digan que quieren a sus hijos por igual, los que tenemos hermanos/as sabemos que no es cierto. Tampoco es cuestión de reprocharles nada, porque no es lo mismo un niño que saca un diez en trigonometría y ayuda a los vecinos, que otro que prende fuego a la alfombra y colecciona cabezas jíbaras (el segundo es más interesante). A nosotros, tan parciales como el resto de la raza humana, también nos pasa. Algunas de las entradas, por lirismo, empatía o directamente porque sí (los asuntos del corazón no los entiende nadie) son nuestros ojitos derechos, nuestros prefes, nuestros “caris”, como la saga “Copenhague” ( I, II, III y IV), el mini-relato de los Anasazi, los propósitos para el 2010, San Valentín… En fin, indaga, cooliflowerense, seguro que tú también tienes tus amores…
Y después de un año
Un especial agradecimiento a todos los fieles seguidores y para todos los que, a partir de ahora, os decidiréis a dejar vuestras propuestas, inquietudes y críticas. Con vuestras opiniones seguiremos creciendo y mejorando. Un fuerte abrazo de parte de todo el equipo Cooliflower.
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