Revista Diario
Ya conocemos todas las buenísimas propiedades que la leche materna tiene sobre nuestros hijos, sobre todo en los primeros meses del bebé, pero lo que seguramente mucha gente no sabe son las propiedades curativas que tiene sobre el cáncer, en general. Reconozco que me costó creerlo cuando alguien compartió uno de esos artículos en mi muro de Facebook cuando yo estaba en plena quimio, pero a base de investigar vi que era cierto, no era ninguna invención.Las propiedades anticancerígenas están ahí, lo único que científicamente todavía habría que "llevarlo a cabo en pacientes más exhaustivamente", se ha hecho un estudio, pero no es tan sencillo, una propiedad curativa como ésta echaría a perder una industria de fármacos anticancerígenos increíble, sería una ruina para los laboratorios y/o farmacéuticas, porque tan solo tendrías que tomarte un vasito al día durante un tiempo, y es algo sencillo de conseguir, perfectamente podrías pedirla a un familiar o amiga, gustosamente te darían un vasito al día si les dices que eso te puede curar. Hace años se estudió en el laboratorio, se comprobó que la leche materna llevaba un potente anticancerígeno, una proteína y un ácido graso que se encuentra de manera natural en la leche materna, eliminaba las células malignas en masa, dejando las sanas en su lugar, todo lo contrario que la quimioterapia o la radioterapia, por ejemplo. Al complejo lo llamaron HAMLET (Human Alpha-lactalbumin Made LEthal to Tumor cells)una desviación de la alpha–lactalbumin con ácido oleico que penetra hasta el núcleo de las células que son sensibles a la actividad tumoral e, interactuando con las histonas, acaba destruyéndolas. (Fuente AQUÍ). Si queréis saber más sobre la parte científica os recomiendo que vayáis al articulo que os enlazo, porque aquí no os voy a dar muchos más datos. Pero el caso es que al final me lo creí, así que de perdidos al rio y en vistas que había leído que sí había quien decía haberse curado, pedí a mi amiga Yaiza del blog Peluchín y sus papis que me diera un chupito de su leche materna . Bueno, en realidad ella se me ofreció antes, en cuanto leyó el articulo no lo dudó y me ofreció, al igual que otras mamis amigas que tengo por Facebook. Reconozco que tenía mis reparos, soy un poco escrupulosa pero si te dicen que la leche materna te puede curar el cáncer y no solo eso, sinó que te ayuda a sobrellevar la quimioterapia, pues no pude negarme y lo probé.Muy amablemente me guardó un mini biberón, así que un día me tomé un vasito bien fresquita en su casa recién salida de la nevera y de su teta, lógicamente. Bien sabe ella lo que me costó probarla!! nos reímos un rato con ello.Hasta que me la bebí por fin, pero no pude seguir tomándola, no fui capaz. No me veía todos los días tomándome un vasito de leche materna de nadie. Quizás me faltó más información, justo la que tengo ahora que he leído más sobre ello y quizás ahora la tomaría sin escrupulos si estuviera en esa situación (pero mejor que no) total, más daño no me iba a hacer. No sabía a nada, pero sí recuerdo un puntito dulzón al final, únicamente fui capaz de beberme en dos días la cantidad que mi amiga me había guardado en un mini biberón, al terminarla ya no repetí.Era como parte de mi desayuno energético. Cuando estás enferm@ te agarras a un clavo ardiendo, si sabes que te debates entre la vida y la muerte eres capaz de tomarte hasta ortigas si te dicen que masticándolas te puedes curar, o incluso aunque no te curen del todo que te hacen mejorar, porque al final lo quieres creer. En este caso es cierto, la leche materna al parecer tiene todas esas propiedades beneficiosas y muchas más, pero a mi me faltó creerlo más a fondo, si lo hubiera creído al 100% la hubiera tomado a diario.Y también me faltó ser un poquito menos escrupulosa, todo sea dicho ;)