El derbi de la Madonnina, que una vez más se disputaba entre dos equipos muy lejos de la lucha por el scudetto, acabó en tablas: Milán e Inter intentaron lograr el triunfo que habría podido cambiar una temporada hasta ahora decepcionante, pero no pudo ser.
Mancini tardó poco en cancelar el 3-5-2 que fue de Mazzarri y salió de inicio con un más ofensivo 4-3-1-2, utilizando a Kovacic, Palacio e Icardi en la delantera. Inzaghi, en su primer derbi como entrenador, dejó a Honda en el banquillo apostando por El Shaarawy, Menéz y Bonaventura detrás de Torres, que no estuvo a la altura de su nivel y fue sustituido por Honda en la segunda parte.La primera parte empezó bien para los nerazzurri, que tras solo ocho minutos tuvieron una gran oportunidad para abrir la lata: un mal pase de Muntari puso a Icardi solo ante Diego López, que salvó a los suyos con un paradón. El Inter tenía el mando del partido hasta que en el minuto 23 apareció Menéz: gran centro de El Shaarawy para el francés que abrió el pie derecho y marcó un bonito 1-0 al primer toque.
El Inter sufrió bastante el golpe, aunque pudo crecer en la reanudación y en el 60' llegó el empate: Zapata rechazó un centro de Nagatomo en las botas de Obi, que con zurdazo cruzado coló el esférico en la portería de Diego López.
En el tramo final del encuentro ambos conjuntos buscaron la victoria con poca suerte: tanto El Sharaawy como Icardi se toparon con el travesaño y llegó un empate que deja a los dos equipos de Milán aún lejos del tercer puesto. En San Siro, al final, nadie sonrió.