Luchando contra los zombies en agosto
¿Os acordáis de la película de Alejandro Amenábar “Tesis”, cuando un Eduardo Noriega en sueños corre por una Gran Vía madrileña sin un alma por la calle? Pues así es Milán en agosto… una ciudad fantasma. En serio, el otro día iba hacia la academia y recorrí calles sin cruzarme con ninguna persona. Incluso pasé miedo pensando que en algún momento saldrían por doquier zombies sedientos de mi sangre, que están muy de moda, o cualquier bicho raro para destruir el mundo… O peor! El mundo ya ha sido destruido y tú te acabas de levantar… la humanidad ha desaparecido… La verdad que con el calor que hace lo de los zombies no es un sinónimo malo para los que pasamos el verano aquí en la ciudad…
Bueno, quizá esté exagerando un poco, pero el que Milán se vacía en agosto es una cosa totalmente objetiva. La gente está, como en la mayoría de las grandes urbes, de vacaciones huyendo del asfixiante calor de la ciudad, y esto se nota en todo, tanto para la bueno como para lo malo. Os podré un ejemplo que tengo muy bien estudiado: el tren (tantas horas paso ahí que me puedo considerar una experta en este transporte).
Tren vacío
Desde hace días, por las mañanas a primera hora me puedo sentar en el tren, yo y toda la gente que había en el andén. Creédme cuando os digo que esta facilidad es una novedad que sólo se puede encontrar en agosto. Se siente el aire acondicionado si vas en vagón estratégico en el que funciona, la gente no huele mal incluso llegas a percibir algo de perfume en el aire… vamos, una maravilla…
Pero todo no podía ser bueno amigos… Los trenes en agosto por regla suprema general no llegarán jamás a su hora. Esto es una verdad absoluta y punto. Debes prepararte psicológicamente y simplemente aceptarlo… todos irán con retraso y eso es así y punto. Si tienes suerte esperarás 10 o 15 minutos, y si no, serán 30 o 50 minutos (es real, a mi me ha pasado). !Hasta el metro va con retrasos en este mes tan estivo!
Ayer, de hecho, todos los transporte que cogí me dejaron tirada esperando un buen rato: el primer tren que cogí, 35 minutos de retraso; el segundo 10 minutos y el metro 4 minutos de retraso. Así que muy feliz salí yo de mi casa a la hora de siempre y a las dos horas de reloj después llegué a mi destino. !Bendita ciudad!
La estación de noche
Además, hay un inconveniente más: si a ciertas horas de noche no hay mucha gente por las afueras de la ciudad, en agosto no hay una sola alma y las que hay… ejem ejem… Tanto es así que el otro día ya me llevé el primer susto en la estación de Monza al volver de la academia ((Aviso para mujeres que vivan por esa zona o frecuenten la estación de Monza por la noche: hay un ser asqueroso y desgraciado que pasa las horas molestando a las mujeres que encuentra solas en la estación. Mucho cuidado. Tendrá entre 30 y 45 años y parece del Este. Yo ya tuve el otro día un encontronazo y al día siguiente le vi molestando a otra señora).
También notaréis que es agosto por los siguientes hechos milagrosos:
- Se puede conducir y no encontraréis colas, tráfico ni atascos a menos que sea operación salida o retorno.
- Los supermercados pequeños como el Carrefour express cerrarán o reducirán sus jornadas para este mes.
- Las calles se llenarán de comercios cerrados por doquier.
- Podréis visitar los museos gratis.
- Podréis ir a los restaurantes que normalmente están llenos y cenar sin reservar.
- Podréis iros a bañar al lago de Como y tener espacio para aparcar y para poner la toalla.
Una maravilla de mes para vivirlo desde el mismo centro milanés.
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