Una corriente subterránea Mod: un guiño en un movimiento social que en los años sesenta plantó la semilla del cambio, generando una declaración de la manera inquebrantable que Z Zegna nos muestra a través del arte de la sastrería, destacado por siluetas rectas y elegantes impregnadas de un giro juvenil.
Paul Surridge es el último diseñador en Milán para apoyar chaquetas de cuatro botones, los cuales tenían una chispa juvenil en telas controladas que se asemejan a papel cuadriculado, o una cuadrícula de las carreras de "Tron". Sueters de cuello vuelto debajo de ellos los hicieron aún más Mod.
Los trajes con corte entallado, los pantalones con vueltas, bolsillos generosos, brazaletes y americanas sin mangas para mostrar unas camisas ceñidas con brazaletes. Las prendas de abrigo se desviaron del tema, con un estilo gentil, elegante y suavemente en forma de trapecio. Había capuchas y abrigos de lana con hombros caídos y los que sobresalen, espaldas con capa.
En cuanto al color, abundancia de azul marino, gris, marrón, pinceladas de burdeos, amarillo mostaza y verde botella que recuerdan a los uniformes de colegio.
Los accesorios de elevan aún más el aura de irreverencia y de personalidad a través de los zapatos monk con suela de goma gruesa, puntas perforadas a mano y combinaciones de pieles de becerro. Un trabajo versátil con bolsos modelo weekend son creados a partir de piel de becerro.
La puesta en escena futurista y tecno recordaban alma mater diseñador de Paul Surridge, Jil Sander, el espectáculo era enérgico y direccional.
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