Esta colección es lo primero que me ha gustado de lo que han hecho Aquilano y Rimondi para Ferré . Que pena que no se respete para nada el legado de una casa tan rica en idéntidad como Ferré, pero bueno, más vale todo esto , incluso colecciones como la de este verano con ese intento pretencioso de volúmenes rebuscados que no me gusta nada, que lo que está haciendo Decarnin en Balmain. En esta ocasión la ropa es muy sofisticada, me ha recordado en algunos pases a lo que hacía Cristina Ortiz para Ferragamo ( que injusto que no le renovaran, lo diré siempre) y los pases en tonos beige son perfectos .
Es como si los diseñadores se estuviesen peleando con los materiales y las formas durante los dos años que llevan en la casa para finalmente sacar esto a la luz, me ha gustado muchísimo. Los apliques en dorado en los últimos pases, la forma de ceñir las prendas en la cintura...un notable para Ferré, pensé que no lo iba a volver a decir nunca.