Revista Viajes

Milán, no sólo moda

Por Hrubio
Milán, no sólo moda El puente del Pilar lo he pasado en la capital de la moda italiana y mundial. Y se tiene bien ganado este apelativo. Las calles, el metro, los bares y restaurantes de Milán son una pasarela constante donde todo el mundo va luciendo sus mejores y recién renovadas galas.
Antes de nada, un breve comentario sobre el transporte. Para moverse por Milán, la mejor manera es el Metro (Metropolitano). Las paradas son abundantes y venden tarjetas para todo el fin de semana que solo cuestan 5,50 € y puedes hacer todos los viajes que quieras. También hay trenes, tranvías, autobuses y trolebuses. Los taxis son muy caros y no merecen la pena salvo urgencia.
Al llegar, tanto el aeropuerto de Malpensa como el de Orio al Serio de Bérgamo (donde vuelan las Low Cost) tienen varias compañías de autobuses con una amplia periodicidad que te dejan en la estación central de Milán. Los precios oscilan de 7 a 15 € dependiendo si escoges un solo trayecto o un billete de ida y vuelta.
Sabiendo ya como movernos y dejando aparte un poco el tema de la moda, del que se podría hablar y mucho, vamos a ver un poco de los enclaves principales que un turista no puede perderse en la capital de la lombardía italiana.
San Siro y Caballo de Leonardo (Metro: Lotto)
Para los amantes del fútbol una visita a este histórico estadio es obligada. Ya impone según lo ves aparecer caminando y dentro del campo sientes el deporte rey aunque sólo los operarios estén en el campo. Para ver el estadio por dentro el precio del tour es de 12,50 € y haces un recorrido por las gradas, los vestuario del Inter y del Milán, la sala de prensa y la zona VIP. Lo malo es que no te dejan pisar el césped. También está la opción de ver solo el museo del estadio (cuesta 7 €), que alberga una gran cantidad de objetos históricos como camisetas firmadas de futbolistas como Baresi, Boban, Mattaüs o Van Basten así como trofeos, banderines de partidos históricos, botas o balones.Justo en frente del estadio se encuentra el hipódromo de San Siro y en su entrada hallaréis el caballo de Leonardo Da Vinci. Esta impresionante escultura de bronce de 70 toneladas y 8 metros fue realizada en 1999 en EEUU siguiendo las instrucciones de un manuscrito de Da Vinci y posteriormente donada a Milán donde se erigió.
Il Duomo (Metro: Duomo)
Nada más salir por la boca de metro de encuentras con la plaza del Duomo y su impresionante catedral gótica, la cuarta más grande del mundo detrás de la catedral de Sevilla, la de San Pablo en Londres y la basílica de San Pedro, en Roma. Si es bellísima por fuera, os recomiendo encarecidamente tanto entrar y ver sus maravillosas columnas y vidrieras así como subir al tejado (pagando 8 € si quieres subir en ascensor y ahorrarte los más de 100 escalones) y contemplar la ciudad desde las alturas.Al lado de la catedral, se encuentra la famosa galería comercial de Vittorio Emanuele II, un paseo obligado aunque no compres en sus carísimas tiendas ni te pares a comer en sus carísimos restaurantes. Vale la pena pasear por su interior solo por contemplar su belleza arquitectónica y por lo que te encontrarás cruzando al otro lado: el teatro de la Scala de Milán.El edificio en sí no tiene mucho de espectacular y además para poder ver alguna de sus representaciones es recomendable comprar la entrada con bastante adelanto. Justo en el medio de la plaza de la Scala, hay una estatua de Leonardo Da Vinci que conviene echéis un vistazo.
Quadrilatero d’oro (Metro: Via Monte Napoleone)
Volviendo al tema de la moda y para los/as amantes del shopping con bolsillos rebosantes de euros, una visita obligada son las cuatro calles que forman el conocido como Quadrilátero d’Oro en las que se concentran firmas de moda como Armani, Versace, Valentino, Cavalli, Dolce & Gabbana, Fendi, Dior, etc.Merece la pena el paseo para asombrarse con los minimalistas escaparates de las más prestigiosas marcas mundiales y con sus precios realmente apabullantes y para mí, incomprensibles.
Palacio Sforcesco (Metro: Cadorna-Cairoli)
Nada más ver la fachada del imponente castillo te imaginas esa época en la que los Medicis y los Sforza se disputaban el mando sobre la ciudad de Milán, paseando por esos grandes patios con sus trajes engalanados, sus sombreros almidonados y sus floretes a la cintura. Actualmente, el palacio de la familia Sforza alberga en sus cerca de 12.000 metros cuadrados varias salas de exposiciones temporales (precio de la entrada según exposición, actualmente hay una sobre arte oriental que cuesta 6 €) el Museo Arqueológico de Milán y el Museo de Arte Antiguo (la entrada a estos dos museos es de 3 €).
Ya dependiendo de los gustos de cada uno hay más sitios que visitar como la Pinacoteca de Brera, el Acquario Civico , los canales del barrio de Navigli, la iglesia de San Ambrosio, o la de Santa Maria delle Grazie, que alberga la conocida obra de Leonardo 'La Última Cena', para la cual hay que reservar entrada con un mínimo de 3 – 4 meses de antelación.
En definitiva, Milán ofrece todos los ingredientes para pasar un fin de semana del que no os arrepentiréis.

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