Es curioso lo que me ha pasado con los desfiles de Milán, que me han gustado bastantes (Ferré, Jil Sander, Gucci, Max Mara quizá el que más), pero ninguno me ha llegado a entusiasmar realmente. Cavalli cae en este montón, con un desfile que me ha parecido sensible, atractivo y con prendas muy interesantes, en particular los abrigos ( tres primeros pases y pase nueve , arriba) que son de una belleza decadente que solo el sabe hacer y la mezcla tan fabulosa de colores oscuros con tonos neutros y lavados, como en la mayor parte de los vestidos. Da la impresión de que todo tiene cabida en esta colección. Si el poeta Arthur Rimbaud hubiese sido mujer y hubiese tenido pasta , tendría este aspecto. Está manidísima la frase y es insoportable de tanto que la hemos oído pero el estilo bohemio de luxe es Roberto Cavalli.
El estampado animal no podía faltar y es de lo que más me ha gustado de la colección. Los detalles como las chaquetas bordadas, las transparencias, los finos cinturones enroscados, los bolsos bandolera...todo encaja en un espectáculo dónde el menos nunca es más. Es como si hubiese una explosión de todo el universo Cavalli en la pasarela y solo sobreviviese lo mejor en el cuerpo de las modelos.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure