Miles llenan estadio para último evento del Papa en Iraq

Miles de personas llenaron el estadio deportivo en la ciudad norteña de Irbil para el evento final del Papa Francisco en su visita a Iraq: una misa al aire libre con una estatua de la Virgen María que fue restaurada después de que militantes islámicos le cortaran la cabeza y las manos. .

Los organizadores del servicio dicen que Francisco bendijo la estatua, que fue transportada desde la iglesia en Keramlis, una aldea cristiana en las llanuras de Nínive, a un lugar de honor en el altar para la misa dominical.

Keramlis, una antigua ciudad asiria a menos de 30 kilómetros al sureste de Mosul, cayó ante el Estado Islámico en agosto de 2014, dos meses después de que los extremistas tomaran Mosul y las áreas circundantes, haciendo huir a la mayoría de los habitantes. En Keramlis, destruyeron el interior de la iglesia de San Adday y decapitaron la estatua de la Virgen.

Francisco viajó al norte de Iraq para alentar a los cristianos que se quedaron a perseverar, reconstruir y finalmente perdonar a los militantes que cometieron tales atrocidades.

Papa pide se perdonen las injusticias

Más temprano, el Papa Francisco instó a los sufridos cristianos de Iraq a perdonar las injusticias cometidas contra ellos por los extremistas musulmanes y a continuar perseverando para reconstruir el país después de años de guerra y conflictos sectarios.

Francisco, entre las ruinas de iglesias, oficia una misa en honor a las víctimas de la guerra en la plaza Hosh al-Bieaa

Francisco emitió el llamamiento durante una alegre visita a la comunidad cristiana de Qaraqosh, en las llanuras de Nínive en el norte de Irak. La ciudad fue invadida por el grupo Estado Islámico en el verano de 2014, y solo una fracción de las familias ha regresado.

En declaraciones a una Iglesia de la Inmaculada Concepción abarrotada, Francisco dijo que “perdón” es una palabra clave para los cristianos. “El camino hacia una recuperación total puede ser largo todavía, pero les pido, por favor, que no se desanimen. Lo que se necesita es la capacidad de perdonar, pero también el coraje para no darse por vencido ”.

Habló después de que una residente de Qaraqosh, Doha Sabah Abdallah, le contara cómo su hijo y otros dos jóvenes habían muerto en un ataque de mortero el 6 de agosto de 2014 cuando el Estado Islámico se acercaba a la ciudad. Su muerte fue la alarma para que el resto de vecinos huyeran.

“El martirio de estos tres ángeles fue una clara advertencia: si no fuera por ellos, la gente de Baghdede se habría quedado, y habría caído inevitablemente en manos de ISIS”, refiriéndose al nombre de Qaraqosh utilizado por los residentes. “La muerte de tres salvó a toda la ciudad”. Ella dijo que ahora era para los sobrevivientes “tratar de perdonar al agresor”.