Milikito

Hola, soy Emilio Aragón
Y usted, no

Emilio Aragón Álvarez conocido como Milikito, es un actor, humorista, músico, director de orquesta, compositor, ex payaso, astrofísico y lo que le de la gana ser.
Está casado con Aruca, la cual se parece tanto a su hermana que da miedo y estupor.
Actualmente es el presidente de la cadena de televisión La Sexta y también preside la productora Globomedia, que fundó en 1993, junto a Daniel Écija, con el que compartía su anterior esposa Belén Rueda y otro que es muy irrelevante de la cual se embolsa el dinero que sobra en las producciones de series en vez de repartirlas con los actores
Biografía

Milikito, yo soy tu padre

Hijo de Emilio Aragón "Miliki", comenzó su carrera en el programa haciendo payasadas en el El Gran Circo de TVE, junto a su padre, su tío Gaby y su primo Fofito.
Luego por lo que se ve, se creció y se hizo cantante, actor, músico, y presentador de televisión.
Su primer éxito tras su fuga de la jaula de los monos donde lo tenía confinado su padre en el circo, fue Ni en vivo ni en directo, programa de esqueches de humor que emitió Televisión Española. Fue sin lugar a dudas su mejor programa.
En él, imitaba a Benny Hill, que estaba muy de moda en aquellos tiempos.
Fue en Saque Bola con el que alcanzó gran popularidad a principios de los años en Canal Sur (televisión pública de Andalucía). No se sabe de qué trataba, si sacaba bolas o se las tocaba.
Pero fue aun más popular en VIP de Telecinco. Un concurso del célebre juego de Tres en raya.
Luego llegaría VIP Noche, que era la misma mierda de antes pero con otro collar por la noche. VIP Guay, que era la misma mierda de antes pero con otro collar, pero más guay
En Antena 3

Cuidado con Paloma

Lo ficharon en 1992 y le dieron Noche, noche. Un programa para el lucimiento de Milikito. Antena 3 se lo compró a Telecinco y le salió el tiro por la culata. Duró solo unos meses.
Pero entonces llegó El Gran Juego de la Oca. Un programa que cuatro personas hacían de fichas, como en perseguido de Arnold Schwarzenegger. Cada vez que caían en una casilla debían realizar una prueba a cambio de dinero.
El primer concursante en llegar a la casilla 63 tendría que hacer frente a la prueba de La Reoca y, en caso de superarla conseguiría, además del dinero acumulado, un coche. El resto el flequi los trasquilaba en secreto cuando las cámaras estaban apagadas y eran devorados por las mujeres del "beso o tortazo".
Con lo que ganó fundó Globomedia con la que se forró de lo lindo y se retira un tiempo.
Vuelta a Telecinco

¿Cómo eschan uchtedeees?

Pero en 1995 vuelve a Telecinco con una serie que aterroriza a los españoles: Médico de familia, una de las series de televisión más cursis y ñoñas de la televisión en España.
Los actores eran malísimos, seguramente no hicieron castings. Emilio Aragón es un payaso pijo, la Lydia "taladros" Bosch sobreactúa como Ana Duato, y los niños parecía que en vez de hablar estaban leyendo en clase.
Con tramas imposibles, guiones sin ritmo ni puta gracia y un tufo a serie superguay del paraguay para niñatos de clase media alta que tiraba de espaldas.
Se retrataba a la gente de clase media baja como auténticos palurdos y si encima eran andaluces ya ni te cuento.
Aun así fue un éxito.
Tras Médico de familia vino Javier ya no vive solo en la que interpretaba a un cuarentón soltero que se hacía cargo de sus sobrinas.
Una serie mala de narices que duró gracias al nombre de Emilio Aragón, por que era una mierda infumable.
Nadie puede creerse a Emilio como soltero de oro, despreocupado, con carácter social y buscando la redención del género humano. Aparte, su tensión sexual no resuelta con Nuria Roca tenía menos química que Parada y Chelo García Cortés, y el público le dio totalmente la espalda y fue purgada de la programación.
Vuelta a Antena 3
Y cual pelota de ping pong volvió a Antena 3 con Casi perfectos que no pasó de la segunda temporada.
El Club de la Comedia lo presentaba magistralmente Javier Veiga, pero un día Emilio Aragón que echaba de menos ser popular le quitó el puesto de presentador y aprovecharse de la popularidad del programa.
La sexta
En La sexta no fichó. Directamente entró porque era suya y se la follaba porque le daba la gana.
Su primer programa fue Los irrepetibles de Amstel. Era una sucesión de ejercicios de improvisación en la que algunos humoristas quedaron en evidencia su falta de creatividad y que sin guionistas no eran nadie.
Por aquella época se vino arriba y como andaba camino a la perdición, decidió meterse una vez más en donde no le llamaban y se hizo director por la gracia de Dios. Nos quiso vender su nueva faceta como Spielberg cañí. Eso sí, con caspa y con toneladas de roña guerracivilista entre las uñas. Tal y como mandan los cánones estéticos del Manual del perfecto izquimierdoso
Carrera musical
Emilio siempre ha tenido en la música su otra carrera. Compuso los temas de series de dibujos animados. Era lógico que aprovechara su popularidad para grabar un disco.
Emilio encontró en su presencia en Telecinco el vehículo perfecto para promocionar incesantemente sus canciones.
El primer single fue Te huelen los pies. Un tema pretendidamente gracioso sobre un tema que sigue de candente actualidad, y que demuestra el arte de Milikito, al abordar las miserias de la humanidad y la imperfección del hombre desde lo más cotidiano.
Los vientos presidían el estribillo, dándole un aire pachanguero.
A pesar de todo, encantó a los niños, su mayor segmento de público, como ocurre con Mägo de Oz.
Fue el segundo sencillo el que hizo romper el disco: Cuidado con Paloma: una crítica hacia la fiebre de la cirujía. Emilio se acerca aquí al flower power, copiando el riff, parte de la melodía y el puente susurrante de What I like about about you de The Romantics. Aunque las Palomas de España se cagaran en su puta madre, las ventas del disco se dispararon.
Lanzaron a continuación Tengo una bolita, uno de los mejores temas del LP. Parece una alegoría que trata de un hueso de aceituna que se había quedado atascado en la garganta de Emilio, y le subía bajaba y volvía a subir.
Su carrera musical terminó cuando su madre le dio un sartenazo para que se callara.