Compartir el alquiler, no tener vergüenza de darles de comer una vez por día a los niños, alimentarse de verduras cultivadas en huertas en los balcones de los departamentos, viajar en bicicleta para no gastar en nafta ni en transporte público, dejar de comprar comida hasta que bajen los precios, tener fe, optimismo y esperanza... las recetas de siempre y que lamentablemente estamos acostumbrados, pero con algunas novedades, ahora sos libre de no llevar a tus hijos a la escuela para mandarlos a trabajar al taller. Esas son las recetas del poder mientras el "periodismo independiente" elige darle la espalda –una vez más– al pueblo militando ferozmente el ajuste y exclamando "¿Una comida fuerte por día? Me parece demasiado" justificando a un gobierno que es un simple vehículo de intereses privados que no está preocupado por el bienestar de la población ni mucho menos -desde ya- por el respeto a la Constitución y las leyes.
Quino lo explicó, hace mucho, y mejor que nadie:
El caso de las prepagas demuestra como todo el marco teórico desde el cual los libertarios explican el mundo es una completa estupidez sin ningún asidero en la realidad. Ayer lloraban porque a las prepagas se les fue la mano con los aumentos que ellos mismos desregularon. Hoy desregulan y liberan los precios de internet y telefonía celular. Todo por DNU, mientras nos tienen discutiendo la ley ómnibus.
Uno de los primeros casos de esta controversia, recién comenzado este gobierno horrible, lo protagonizó la abogada y excandidata a senadora María Eugenia Talerico, que dijo muy suelta de cuerpo: "Agarremos las bicicletas. Ahorremos energía. A compartir el alquiler. Pan y vino y que Dios cuide nuestra salud. Pasamos una pandemia y pasaremos el Rubicón". Tal cual escribió la política macrista, con una privilegiada posición económica. La siguió luego la periodista ultraconservadora Lana Montalbán publicó este mensaje desde Miami, en donde radica: "Argentinos amados, les recomiendo que aprendan rapidito a tener huertas en sus jardines, balcones y terrazas. Se vienen tiempos difíciles y habrá que aguantar. Y a saber vivir con poco consumo. Vendrán tiempos mejores pero necesitan paciencia. Porfi". En este caso, su mensaje se viralizó en conjunto con una usuaria que le respondió: "Es un gobierno de valores, vamos a tener que disfrutar más de la charla que de las cenas con amigos. En vez de asados nos juntaremos a comer pastas y lo podremos disfrutar igual. ¡Supongo que lo importante son las personas, no las cosas! Tal vez los chicos mejoren sus lectura".
Los reclamos a ambas fueron por romantizar la pobreza, otra vez, desde posiciones de privilegio.
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Y de la misma manera que naturalizan la violencia económica naturalizan todas las violencias que debemos sufrir diariamente. Hoy bajar sueldos es "competitividad", fusilar por la espalda se conoce como "seguridad", beneficiar a las empresas de servicios públicos son "compensaciones", bajar las jubilaciones es "responsabilidad", dejar de producir para comenzar a importar es "reconvertirse". En periodismo no pegan una, pero en léxico son campeones.
Ex País El día después de que Caputo fingiera preocuparse por los aumentos de las prepagas que el propio gobierno liberó, el mismo gobierno -con la firma entre otros de Caputo- dio luz verde para que las empresas de telefonía celular, internet y televisión por cable cobren lo que se les antoje, desregulando por completo esos servicios con un nuevo DNU publicado en el Boletín Oficial, el 302 (completo acá).Por todo fundamento de la medida, luego de historiar la evolución de la legislación en la materia desde la Ley 27078 de Argentina Digital dictada en el último gobierno de Cristina, el DNU 267/15 de Macri que la mutiló juntamente con la ley de medios y el DNU 690/20 de Alberto que los declaró servicios públicos (por ende sujetos a regulación estatal, con autorización del Estado para fijar nuevas tarifas), se señala en los considerandos que esa última norma "...debe ser corregida con el fin de salvaguardar las reglas que permitan el desarrollo de un mercado en competencia y la libre fijación de precios de los servicios prestados.".Y abunda en la misma línea de ¿razonamiento? que "...ante el creciente desarrollo de los servicios de telecomunicaciones, la contemplación de las diferentes circunstancias del mercado resulta fundamental, tanto para favorecer su dinamismo y generar un equilibrio competitivo sostenible como para asegurar una mayor oferta de servicios a los usuarios a precios justos y con mayor calidad,... ". O sea: sostiene la misma idea falopa de como realmente funciona el mercado, que acaba de ser rotundamente desmentida en el caso de las prepagas.
O lo que es lo mismo: un gobierno que es un simple vehículo de intereses privados muy poderosos, no está muy preocupado ni por la coherencia de sus actos. ni por la lógica de sus razonamientos, ni por el bienestar de la población ni mucho menos -desde ya- por el respeto a la Constitución y las leyes. Ni que decir que a sus mandantes reales les importa un pomo que no lo esté.
Tanto así que otros considerandos del DNU señalan en relación al DNU 690/20 que "...su aplicación ha sido limitada debido a las distintas resoluciones judiciales que obtuvieron los licenciatarios para evitarla." y "...como consecuencia de dicha limitación judicial, se logró evitar la distorsión de precios relativos en cuanto al valor fijado por tarifas impuestas desde la Autoridad de Aplicación y los precios oportunamente percibidos por los licenciatarios, esquema que no ha podido replicarse en servicios públicos que mantuvieron una gran distorsión de precios relativos que los afecta.".
O sea, gracias a las cautelares interpuestas por Clarín y otros poderosos grupos de medios y que prestan servicios de TICS, se evitaron distorsiones en los precios de los servicios por la intervención del Estado, y casi que lamenta que no haya sucedido lo mismo con otros servicios públicos como la luz, el agua, el gas o el transporte. Lo cual nos da una idea clara de la función que piensa el gobierno que tiene que cumplir la justicia, que es también la que se ha impuesto a sí mismo: garantizar la rentabilidad del capital, a cualquier costo.
Mientras tanto, seguimos sosteniendo la farsa de una democracia aparente en la que la oposición analiza con académicos por que el DNU 70 se da de bruces con la Constitución (cosa que sabe hasta la señora que hace cola en la verdulería), el oficialismo impide la constitución de la comisión de Juicio Político (nada menos) en Diputados con una disputa en sus propias filas; y la Corte sigue aposentando sus nalgas sobre las causas que tiene a fallo sobre el mega DNU sin pronunciarse, mientras el presidente saca un nuevo DNU todos los días, como si el Congreso estuviera cerrado -de hecho a los efectos prácticos lo está-, y sólo a él le correspondiera legislar, y determinar sobre que, cuando y como.
Al mismo tiempo, Francos invita a tomar el té a los gobernadores y la CGT para discutir la ley ómnibus, y todos simplemente regatean el tamaño del pijazo que nos vamos a comer, en lugar de impedir que nos lo comamos. El país tiene dueños y no somos nosotros, y esos dueños hacen lo que quieren con él. Eso, o directamente somos un ex país.