Militares en la política

Podemos no podía imaginarse que al presentar al general José Julio Rodríguez como fichaje estrella para las elecciones de 2015 estaba invitando a que otros militares retirados como él entraran en política.

Ahora cuatro generales competirán como cabezas de lista de Vox, tres por plazas de diputados por Alicante, Cádiz y Castellón en las elecciones al Congreso de abril, y otro por la alcaldía de Palma de Mallorca en las municipales de mayo.

El fichaje de estos cuatro generales por Vox de 2019 se toma en los partidos y medios informativos nacionalistas y de izquierda como un ataque a la democracia, cuando Vox es similar a las antiguas y duras derechas europeas antes de ser casi socialdemócratas, pero no es ni fascista ni de ultraderecha y se presenta como constitucionalista.

(El párrafo anterior se escribió antes de que se conociera que el historiador Fernando Paz será cabeza de lista en Albacete. Está muy cerca de movimientos fascistas, al contrario que los militares, neutros en política hasta ahora, aunque demandan respeto para Franco como soldado basándose en las Reales Ordenanzas. Y la pintoresca e inalcanzable propuesta del líder de Vox de que todos los ciudadanos puedan tener armas es la que también defiende Pablo Manuel Iglesias, líder de Podemos, al que no se le llama belicista ni matón, como a Santiago Abascal)

El secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, resumía la irritación de otros partidos: “El 23-F entraron al Congreso disparando. El 28-A quieren entrar votando. Se dejarán la pistola en casa, pero es lo mismo”.

Esa ira debería abarcar también al general Rodríguez, del que tanto presumía Podemos, que pertenece a una promoción similar a las de los generales voxistas.

Todos tuvieron puestos de gran importancia con el socialista Zapatero, tanto en la OTAN como en acciones de intermediación en distintos países, o dirigiendo la retirada de esas tropas españolas Irak.

Además, a la muerte de Franco tanto el general de Podemos como los cuatro de Vox eran tenientes, como mucho alguno capitán.

Lo más importante, en el 23F de 1981, cuando el anciano general y viceprimer ministro Manuel Gutiérrez-Mellado se enfrentó a Tejero en el Parlamento y fue zarandeado, esos generales hoy eran capitanes o comandantes que se mantuvieron fieles a esa Constitución que jurarán defender si resultan elegidos.

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SALAS