Hans von Arnim (Pierre Brice) llega al hogar del famoso y esquivo escultor Gregorius Whal (Herbert A.E. Böhme) para realizar una serie de investigaciones en el lugar. Durante el transcurso de su estancia conoce a Elfie (Scilla Gabel), la hija del escultor quien parece sufrir una extraña enfermedad que la sume en un estado de inconsciencia cuando se ve sometida a grandes sobresaltos. Ambos jóvenes inician una breve relación; sin embargo, cuando Elfie descubre que Hans está realmente enamorado de Liselotte (Dany Carrel) se desencadenará la tragedia en la vida de todos los implicados
Durante el año 1960 se produciría una verdadera revolución a nivel mundial en lo que se refiere al cine de terror. Mientras en los Estados Unidos Alfred Hitchcock estrenaba “Psycho” y Roger Corman “The Fall of the House of Usher”, en Gran Bretaña Michael Powell contribuía con “Peeping Tom” y la Hammer se imponía como una de las productoras más importantes de cine de terror en Europa. En este sentido, la industria cinematográfica italiana no se quedaría atrás; Mario Bava realizaría la clásica cinta de horror gótico “La maschera del demonio”. Dentro de esta nueva oleada del films de terror, aparece “Il mulino delle donne di pietra”, una producción francoitaliana basada en un viejo cuento del escritor Peter van Wiegen, cuyo origen son los relatos folklóricos propios de Bélgica y Holanda. Giorgio Ferroni, quien durante los sesenta estuvo abocado a la realización de diversas cintas del género fantástico, no sólo dirigiría la película, sino que también estaría a cargo de escribir el guión junto al equipo compuesto por Ugo Liberatore, Remigio del Grosso y Giorgio Stegani. La cinta sería rodada en Holanda y contaría con un elenco compuesto por actores franceses, alemanes e italianos.
La historia se desarrolla en el año 1912, en el rústico pueblo de Veese cerca de Rotterdam. Hans von Arnim llega al pueblo con la intención de realizar una serie de investigaciones acerca de un molino que el Profesor Gregorius Whal ha convertido en una especie de museo de la infamia. En su interior opera un desfile mecánico de algunas famosas mujeres que durante el transcurso de la historia se vieron enfrentadas a un cruel destino; Cleopatra, Juana de Arco, y María I de Escocia, son algunas de las figuras que protagonizan la macabra presentación. Si bien la exhibición carece de todo valor informativo, la apariencia siniestra de las figuras y la escalofriante música que las acompaña han convertido el lugar en una suerte de bizarra parada turística. Es el mismo Profesor Whal, un experto escultor, quien se encarga de moldear cada una de las figuras de cera que adornan su galería. Whal además ejerce como profesor de arte en la universidad local, donde el amor de juventud de Hans, Liselotte, es una de sus alumnas.
El molino además de albergar las extrañas figuras de cera, es el hogar del Profesor Wahl. Al poco tiempo de llegado Hans al lugar, comienza a percibir una presencia femenina que se esconde entre las sombras. Dicha presencia no es más que la misteriosa hija del profesor, Elfie. Poco se sabe de ella en el pueblo, pero se rumorea que se encuentra recluida en el molino debido a su extrema fealdad. Hans descubre lo equivocados que están en el pueblo; Elfie es extremadamente hermosa y todo parece indicar que el único motivo por el que no sale del lugar es debido a los celos de su padre. Hans además descubrirá lo posesiva y celosa que puede ser Elfie, más aún cuando esta descubra la verdadera naturaleza de la relación entre Hans y Liselotte, cuando esta última visita a su enamorado en el molino. A diferencia de Elfie, Liselotte se muestra como una muchacha más frágil y temerosa de su entorno. De hecho no puede evitar desmayarse una vez que ve la macabra exhibición que alberga el molino. Y es que las creaciones del Profesor Wahl parecen esconder algo que no se puede apreciar a simple vista, pero que una vez descubierto dará paso a un horror inimaginable en la vida de los protagonistas.
Las cosas se complicarán una vez que Hans, tras no haberse podido negar a los encantos de Elfie, se entera de que la muchacha tiene una extraña enfermedad que puede provocarle la muerte si es que es expuesta a algún tipo de sobresalto. Es por este motivo que en el molino también reside el Doctor Bohlem (Wolfgang Preiss), quien además de estar a cargo del cuidado de Elfie, está perdidamente enamorado de la muchacha la cual sólo tiene ojos para Hans. Durante la primera mitad del film, se plantean una serie de interrogantes en torno a la joven y su extraña enfermedad. ¿Qué es lo que la provoca y qué es lo que hace el Doctor Bohlem para mantenerla a raya? Si bien existen dudas con respecto al real estado de Elfie, estas parecen disiparse cuando víctima de un ataque de celos, Elfie cae muerta a los pies de Hans. Sin embargo, tras este episodio Hans comienza a tener visiones protagonizadas por el supuesto fantasma de Elfie, en las que ve a la muchacha en su lecho de muerte y a los pocos segundos la ve bajando las escaleras de su casa como si nada hubiese pasado. ¿Será posible que todo lo que hemos visto hasta el momento no sea más que el producto de la imaginación de un trastornado Hans? ¿O en verdad la verdadera naturaleza de Elfie tiene algún nexo sobrenatural?
El triángulo amoroso en el que se ve involucrado el protagonista por un momento termina arrastrándolo al borde de la locura. Una vez recuperada su sanidad mental, algunos eventos terminarán obligándolo a revisar sus nebulosos recuerdos con el fin de develar el misterio que se esconde entre las cuatro paredes del molino. Pese a que durante la primera mitad el director se encarga de imprimirle un halo de misterio a la historia, comenzando la segunda mitad gran parte de las interrogantes son rápidamente contestadas. De hecho, el espectador se entera de lo que en verdad está sucediendo en el molino mucho antes que el protagonista, por lo que uno es un mero testigo de los acontecimientos. Sin revelar demasiado acerca de la trama, “Il mulino delle donne di pietra” mezcla elementos sobrenaturales con otros más cercanos al horror médico. Tanto el Profesor Whal como el Doctor Bohlem podrían ser señalados como los “mad doctors” de turno, aunque sus motivaciones difieran bastante entre sí. La historia además presenta una suerte enfoque distinto respecto al tema del vampirismo, lo cual le adhiere interés al conjunto.
Las actuaciones resultan ser correctas, destacándose la labor de Herbert A.E. Böhme, quien es el gran villano de la cinta. También resulta destacable el trabajo de Scilla Gabel, la cual si bien no es una buena actriz, logra imprimirle a su personaje una cierta dualidad que dificulta identificarla como víctima o victimaría. Sin lugar a dudas uno de los puntos más altos del film es el diseño de producción, el cual estuvo a cargo de Arrigo Equini. El interior del molino, el cual está repleto de cruces de piedra, esculturas a medio terminar, y algunos esqueletos, resulta realmente escalofriante y se asemeja estilísticamente a lo visto en algunos films de la Hammer. De la misma forma, el director de fotografía Pier Ludovico Pavoni logra imprimirle una atmósfera opresiva e inquietante tanto al molino como a sus alrededores. Tal vez lo único criticable en cuanto al diseño de producción sea una maqueta del molino que es utilizada en algunos pasajes de la cinta, y que la verdad por momentos amenaza romper con la ilusión creada por Giorgio Ferroni y su equipo de filmación. Por otro lado, cabe mencionar la macabra banda sonora compuesta por Carlo Innocenzi, la cual resulta tremendamente efectiva en todas las ocasiones en las cuales es utilizada.
“Il mulino delle donne di pietra” es una cinta de terror gótico que bien podría ser considerada como una cruza entre “House of Wax” (1953) y “Les yeux sans visage” (1960). En lo que a la trama se refiere, en general está bien construida aunque los detalles que conciernen a la enfermedad de Elfie son algo vagos, por lo que no se termina de entender todo el proceso llevado a cabo por Whal y Bohlem. En términos narrativos, Giorgio Ferroni lleva la cinta a paso firme, evitando caer en el tedio mediante el planteamiento de una serie de interrogantes las cuales una vez respondidas, dan paso a un suspenso más propio del cine de Hitchcock. En definitiva, estamos ante una película que toma una serie de diversas influencias y las fusiona dando vida a una verdadera joya olvidada del cine de terror italiano. Si bien es evidente que no está a la altura de algunos de los clásicos mencionados durante el transcurso del artículo, “Il mulino delle donne di pietra” merece a lo menos una mención honrosa cuando se habla de los films estrenados durante 1960, los cuales colaboraron con el renacimiento del género del horror a nivel internacional.
por Fantomas.