Cada vez se oye hablar más de las distintas generaciones, sus diferencias, sus similitudes, qué las hace especiales…. Pero cuando observamos la gestión de las empresas nos damos cuenta que en su mayoría solo piensan en sobrevivir hoy en día, y están obviando los que serán sus futuros clientes, esos adolescentes, niños que hoy tienen 10 años, que en unos 5 o 10 años serán potenciales clientes de sus empresas, pero con una mentalidad y forma de ver las cosas totalmente distinta.
Si como empresa queremos pensar en la sostenibilidad a largo plazo de nuestro negocio, además de hacer marketing para vender hoy, debemos desde hoy mismo ponernos en marcha para ir adaptando la empresa a los requerimientos de nuestros futuros clientes.
Simplemente mira cómo han cambiado los profesionales exitosos, un claro ejemplo lo puedes ver en la siguiente imagen entre Lee Iarocca y Mark Zuckerberg, dos personas que cambiaron el mundo en muy distintas épocas:
Lo mismo y no de manera menos radical cambian los usuarios de las distintas generaciones, ya hablemos de los Baby Boomers, Generación X o Millennials:
Pero hay una generación de la que casi no se habla, en la que casi no se piensa, es la Generación Z, aquellos que han nacido entre 1995 y 2009 y que serán los consumidores y líderes del mañana, cuya concepción de la vida es muy distinta a la nuestra, lo que hace que su percepción a la hora de consumir base sus decisiones en otros factores distintos como es lo visual, los momentos únicos, los entornos colaborativos, la multidireccionalidad o la identidad digital.
Por lo tanto si queremos irnos preparando para este nuevo entorno debemos conocerles, entenderles, saber por qué actúan de una u otra manera o que les motiva a tomar una decisión concreta, pero piensa siempre en inspirarles con tu marca, en hacerles ver que puede ser una parte importante de su vida que le aportará algo más que un simple producto o servicio.
¿Pensamos en el futuro?