No podemos hablar del diseño gráfico sin pasar por Milton Glaser, considerado el padre del diseño americano tal como lo conocemos.
En una entrada anterior hablamos sobre el regalo que aportó a la ciudad que le vio nacer en 1929 y que le ha dado tanto, Nueva York. Hablar de Glaser es hablar de un diseñador e ilustrador que ha dado toda su vida, toda su experiencia y todo su estudio de la imagen al mundo, convirtiéndose en el mayor representante y creador de la gráfica popular. Ganando la insignia de ser el diseñador más imitado en la historia del hombre actual.
Su trayectoria le ha permitido moverse desde el diseño editorial (Esquire, La Vanguardia, L’Éxpress…) hasta la identidad corporativa, sin olvidar nunca el soporte que le ha hecho ser el rey: el cartel. Creó más de 300 carteles en los que supo captar el espíritu de cada tiempo y de cada necesidad, como el plagiadísimo cartel de Bob Dylan o el contundente diseño que hizo para Barack Obama con el famoso cartel de Hope.
Como bien se aprecia, Glaser se mueve entre el viejo mundo del arte Noveau y las nuevas tendencias planas y geométricas del mundo actual. El eclecticismo es su insignia, aportando una visión general de un mundo que va a la deriva pero que al fin al cabo, va.