Por Patricia O. (Patokata) desde Uruguay
―Con ser selva, o río, quizá ciudad, estará bien. Cualquiera de esos sitios tendrá las condiciones necesarias para que evolucione. Hay que darle libre albedrío, dejar que se mimetice con el ambiente. Él sabe como hacerlo, es algo que lleva en la piel.―dice el anciano, tratando de convencerlo.
El chico duda mirando la pequeña caja con agujeritos, aún no está seguro que sea lo correcto.―Vamos nene, déjalo en aquel rincón ―le indica, señalando con el bastón―. No temas devolverle la libertad, te aseguro que no le pasará nada; al fin y al cabo es un camaleón.