Ayer, en los jardines del Rectorado de la Universidad de Sevilla, en la Fábrica de Tabacos, justo antes de entrar a ver la obra “Carmen” en una versión adaptada por el Teatro La Imperdible.
Me salvó la noche, hay que reconocerlo.
Ayer, en los jardines del Rectorado de la Universidad de Sevilla, en la Fábrica de Tabacos, justo antes de entrar a ver la obra “Carmen” en una versión adaptada por el Teatro La Imperdible.
Me salvó la noche, hay que reconocerlo.