Las últimas semanas han pesado mucho – mi dolor de cabeza ha sido un contante acompañante día y noche y eso me nubla la vista y deshace mi paciencia. Busco entre las herramientas que he aprendido a manejar para no perder las riendas… Me concentro en siempre ver esos pequeños detalles que brillan y cuando puedo salgo a cazar – cazo imágenes y momentos que dan energía positiva y, aunque sea muy poquito a poquito, cada gota es importante para alguien con sed.
Una de las mejores formas de combatir estrés, físico o emocional, es estar en la naturaleza; pasear prestando atención a los sonidos, los colores, los olores…
Estas fechas son perfectas para dejar que el campo distraiga un rato. Mindfulness con sentido! Hecha las tijeras al bolsillo y, durante el paseo, coge pequeñas muestras de otoño en distintos tonos y texturas para hacer un adorno de adviento único – una corona o un ramo al colgar en la ventana o en la puerta…o, a lo mejor, para hacer un bonito centro de mesa.
Este pequeño “ejercicio” es una gran fuente de bienestar – primero porque hay que fijarse bien en el entorno durante el paseo y tiene la mente ocupada, segundo por crear algo bonito con las manos prestando atención a la estética… y luego verlo y compartirlo con los demás!