La palabra o concepto “Mindfulness” (cuyo significado real es todavía desconocido para muchos) se ha vuelto de rabiosa actualidad.
Hace unos años hablábamos de meditación, atención o conciencia plena, pero ahora y desde que algunas celebridades proclaman las maravillas de su práctica habitual, el minfdullness se ha puesto de moda.
Se puede controlar la agitación mental recorriendo dos caminos diversos: concentrando la mente ya sea en lo externo (centrando la atención sobre cualquier cosa que no sea la propia persona) o en lo interno (tomando conciencia del propio “Yo Interior”).
La meditación es un descanso para la mente. Es una oportunidad para permitir que nuestra psiquis se pueda relajar y liberar de las tensiones, del agotamiento y el estrés.
Meditar es bueno para la salud. Esa es una de las bases del mindfulness, la atención plena del “aquí y de ahora”. Parte de la meditación consiste en poner la mente en blanco. Meditar es concentrarse en una sola acción para llegar al mismo fin: poner la mente en blanco (es un decir) y vaciarla de los pensamientos. Otros parecen pensar que meditar es sentarse sin hacer nada. Pero meditar no siempre es eso..
A pesar de que sentarse sin hacer nada puede ser algo que merezca la pena, a esto no puede llamársele meditación. La meditación es un acto en que la mente está tranquila, libre de pensamientos y de deseos, y es posible verse a sí mismo gracias a varias técnicas, como por ejemplo con el yoga (no hablo de los pseudo-yogas modernos).
Con cada secuencia de yoga y la respiración podemos crear una armonía especial. Sí, uno de los secretos del yoga, de la meditación y del mindfulness consiste en la respiración y el movimiento que le acompaña en el cuerpo.
El yoga es una filosofía que ayuda sentirse bien en el propio cuerpo y una de cuyas metas consiste en mantener o calmar la mente. Mediante el yoga, la meditación y el mindfulness, las cosas o problemas difíciles pueden volverse fáciles, y hasta las posturas desafiantes pueden volverse sencillas con la práctica. ¿Por qué? Nos centramos en el sentimiento y el proceso de la ejecución de las asanas.
Esa es una de las bases de la meditacion vipassana (conocida modernamente como “Mindulness”). Centrarse en el aquí y ahora. Es decier , aprender a conectar con nuestra respiración y nuestro cuerpo, practicar la atención plena y tomar distancia de nuestros pensamientos y emociones. No solo estoy hablando de los diez minutos o media hora que pr ejemplo hagaís de “meditación, yoga, o taichi”, no, esta acción puede extrapolarse a todas las actividades cotidianas que nos rodean día a día.
De todo ello habla con una gran calidez y acierto, Paloma Sainz Vara de Rey en su nuevo libro Mindfulness para niños. O cómo crear un hogar más feliz a través de la meditación. No os penséis que es un libro pesado ni complicado de leer, sino todo lo contrario. Su prosa me ha parecido tan dulce y amorosa, que algunos capítulos del mismo pueden (y deben) ser leidos e voz alta (a tipo de cuento) para que los más pequeños de la familia se pongan manos a la obra y comiencen a practicar minfulness, como si fuera un juego. (Ya se sabe, que con los niños todo funciona más fácil si tiene una base motivadora para ellos).
Recuerdo que algunas de las sugerencias de actividades familiares que comenta en su libro, las he puesto en práctica en mis sesiones de yoga para niños, y las practiqué con mi hija cuando era pequeña. Os aseguro que a ella le resultaron muy motivadoras, divertidas, y es más, a fecha de hoy, con sus veinte años todavía sigue practicando mindulness a un nivel más avanzado pero manteniendo esa esencia que solamente un niño sabe aportar.
Como os he comentado, el libro es muy fácil de leer y puede servir de base para comenzar a practicar una meditación activa (o vipassana), o mindulness, o aprender a tomar conciencia plena de nuestros actos diarios. Como siempre, antes de enseñar a un niño, el maestro debe dar ejemplo de sus conocimientos, o sea, que puede ser un buen momento para tomar conciencia de ello y comenzar a practicar este tipo de meditación, primero nosotros, y después transmitirlo/enseñarlo o practicar con nuestros hijos.
Ya veréis que Paloma os cuenta como comenzar a establecer un poco de orden en nuestra casa (y nuestras vidas), a través de las ventanas del orden, de la belleza, de la respiración, de las emociones y del corazón. Y hasta aquí puedo leer….
A través del Mindful con niños, aprenderemos a respirar, sentir, caminar, conectar, bailar, cantar, escuchar música, escribir, dibujar, leer, mimar, atrapar instantes o no hacer nada, pero todo ello (y más) siempre con la atención plena y el corazón abierto.
¿Y vosotros? ¿Habíais oído hablar de Minfulness? ¿Qué os parece la sugerencia que nos propone paloma Sainz Vara de Rey en su libro? A mi me ha encantado y os aseguro que sí, funciona. Los niños son como esponjas que lo absorben todo, y si son energías positivas, mejor que mejor…. Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!