Revista Diario

Mindfulness, el comodín perfecto para una maternidad exigente

Por Belen

Mindfulness, el comodín perfecto para una maternidad exigente

Sensaciones Suavinex


¿No os pasa que a veces parece que estamos atrapadas en el tiempo, viviendo el día de la marmota? Sí queridas madres, así es, hay veces que nuestros días pasan sin grandes cambios y miles de cosas a nuestro alrededor. Bueno sí, hay algo que cambia, LA NECESIDAD. Necesidad de tiempo, de descanso, de silencio, de tener vida en definitiva. Y es que somos muy chulitas sí, vamos con la idea esa de "nosotras podemos hacer dos cosas a la vez", "si es que podemos con lo que nos echen", "todo es cuestión de organizarse" y así nos luce el pelo claro. Estas premisas fueron cosa de hombres, estoy convencida. Y nosotras que somos así de dispuestas vamos con ello hasta las últimas consecuencias.
Debemos aprender tres cositas imprescindibles para mantener la cabeza en su sitio:
  1. Hay que saber decir ¡¡stop!! Pisa el freno antes de llegar al límite de velocidad.Créeme, tu estado mental te lo agradecerá infinito. 
  2. Delega amiga, delega. Yo sé que tú puedes con todo pero,...., ¡no es necesario! Porque seguramente tendrás una pareja estupenda en la que poder apoyarte y porque aunque no te lo creas, eres humana. 
  3. Si descansas sonríes y si sacas un poquito de tiempo para ti estarás más guapa y tus hijos lo notarán, ¡vaya si lo notarán! .... porque ellos lo notan todo. 
El caso es que son tres puntos súper facilones pero nos solemos poner obtusas y no los cumplimos casi nunca, da igual los motivos. Y entonces llega el día en que petamos, así de claro y la ansiedad y el estrés nos asoman por las orejas. Tarde, llegamos tarde... ¿Qué hacemos entonces? 
Lo primero es darnos cuenta de que no necesitamos más tiempo para hacer más cosas, sino que debemos priorizar, hacer lo que podamos y encima sacar un ratillo para relajarnos, para respirar o incluso para darnos el lujazo de no pensar. ¿Coincidís conmigo en que no pensar es un lujo? Dejar la mente parada es como si te tocara la lotería, os lo digo completamente en serio. 
Hace unos días, gracias a Suavinex, tuve la suerte de compartir un taller de Mindfulness impartido por la psicóloga Ana Saro, compañera de mi querida Mamen, La Psicomami. Y aunque yo ya me había empapado del tema (por la cuenta que me trae) pude refrescar ideas que me vinieron muy bien y que quiero compartir con vosotros. 
¿Qué puedo obtener del Mindfulness?
El Mindfulness no es como la meditación donde trabajas para dejar tu mente en blanco o bien en un estado de reposo. A ver quien es la guapa que lo consigue del todo y durante más de dos minutos. Yo lo he intentado y es muy trabajoso, esa es la verdad. El Mindfulness deja que tus pensamientos pasen y es que se trata de "atención plena", de centrarse en el momento presente y si ahí tus pensamientos se pasean libremente, pues bienvenidos son. 
Y nos ayuda porque puede prevenir la ansiedad, nos ayudará a controlar el estrés y hasta nos permitirá dormir mejor. Esto último para las madres veteranas. Porque madres recién estrenadas, por sino lo sabéis, los primeros años no se duerme porque no te dejan pero cuando te dejan después de "X" tiempo,...., luego tampoco podrás. Es una de las bromas pesadas de la maternidad.  Pero también nos puede ayudar a controlar esos pensamientos negativos que tanto nos gustan y en los que solemos recrearnos a base de bien. 
Todo ello se puede practicar intentando controlar la respiración, por ejemplo, o centrando el pensamiento en áreas diferentes.... pero sea como sea, necesitamos tiempo. Y ya vendrán las alarmistas a decirme, "sí claro tiempo, pídeme dinero pero no me pidas tiempo". Si yo lo sé, que no voy a saber de la necesidad de tiempo. Pero igual que nos esforzamos por estirar esos minutillos para acabar un informe, para preparar la cena o para pintarnos la pestaña en el metro antes de una reunión.... podemos intentar conseguir hoy mismo, ahora, 10 tristes (y seguramente insuficientes) minutos para cerrar los ojos y respirar. Y mira a ver qué pasa. Conste que da igual donde estés, aunque yo te recomiendo dos momentos muy interesantes de los que seguro sacarás partido: la hora de la ducha y el momento antes de irte a dormir. 
Hay libros que pueden ayudarte, talleres para orientarte y profesionales, como Ana y Mamen que pueden guiarte. No llegues al límite y concédete un respiro. 
Y entre teoría y práctica, entre café y bizcochitos de zanahoria, disfrutamos de una jornada estupenda con otras mamis blogueras. Y todas asentíamos cuando Ana hablaba e iba avanzando en su exposición. Y nos mirábamos, y nos entendíamos y aunque todas somos felices gracias a la maternidad, muchas, demasiadas, confesamos estar: ansiosas, estresadas, nerviosas, sobrepasadas, angustiadas, inquietas, cansadas. 

¿Por qué la maternidad está rodeada de tantas emociones negativas? 
Eso da para otro post, pero la respuesta resumida es esta: esas emociones negativas no tienen que ver con la maternidad. La maternidad es felicidad lo otro son las trampas que nos ponen para lograr nuestro objetivo.
Os dejo algunas imágenes de una mañana fabulosa rodeada de mujeres fantásticas. 
Mindfulness, el comodín perfecto para una maternidad exigente

Mindfulness, el comodín perfecto para una maternidad exigente

Mindfulness, el comodín perfecto para una maternidad exigente

Mindfulness, el comodín perfecto para una maternidad exigente

Mindfulness, el comodín perfecto para una maternidad exigente

Mindfulness, el comodín perfecto para una maternidad exigente

Imagen de Mamen Jiménez, La Psicomami


Muchas gracias a Suavinex y a Bliss Psicología por una jornada tan estupenda.

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