Revista Educación

Mindhunter

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Mindhunter
    ¿Sabes? Al principio las mujeres me eran indiferentes. No estaban interesadas en compartir. Durante toda mi vida nadie había querido interaccionar conmigo. Ni siquiera nuestros gatos, cuando era niño. La única manera en la que podía tener a esas chicas era matarlas. Y funcionó. Se convirtieron en mis esposas espirituales. Todavía están conmigo.

Esto dice un personaje de mi nueva serie favorita: Mindhunter. Y es que a mí me pasa un poco así. Con las series, no se asusten. Cuando una serie me gusta lo único que sé hacer para que se quede conmigo es consumirla sin tregua. Otro la paladearía, tiraría de mesura, palomitas y lecturas paralelas. Yo carezco de habilidades. Yo la mato rápido.

Mindhunter es una nueva serie de Netflix (se estrenó el pasado 13 de octubre) basada en el libro Mind Hunter: Inside FBI's Elite Serial Crime Unit (Wikipedia dixit) y puesta en imágenes en movimiento por David Fincher (Seven, El club de la lucha, El curioso caso de Benjamin Button, La red social, Perdida, Zodiac... MADRE MÍA). Holden Ford, un joven negociador y formador del FBI, y Bill Tench, un veterano agente de la Unidad de Análisis de Conducta del mismo cuerpo, recorren los EE.UU. de 1977 entrevistando asesinos en serie para intentar comprender, con el asesoramiento de la doctora en psicología Wendy Carr, los entresijos mentales de esta maldad, aparentemente sin sentido.

Todo en esta serie (para la que ya está confirmada una segunda temporada, a Fincher y Netflix gracias) me ha gustado. El ritmo, los personajes, sus actuaciones, la música, la historia, los casos, la ambientación, lo que se dice y cómo se dice, lo que se calla y por qué se calla, o por qué creemos que es mejor que se calle, lo que no ocurre, lo que no se explica y no se echa en falta porque no causa decepción sino ansia, una lata de atún llena de hormigas, Ed Kemper, una herida con puntos, un niño que no habla, Jerry Brudos, los tacones, las cosquillas en los pies, Richard Speck, los mil usos de la palabra FUCK y un pájaro absorbido por un ventilador. Me han gustado incluso momentos que no sé por qué me han gustado (sin spoilers avanzaré que hay un pasillo, una conversación y un ascensor que insiste en cerrarse). Me ha gustado Anna Torv y su manera de hablar, pero bueno, eso ya venía de antes.

No puedo extenderme más, me dan miedo la spoilerfobia que me rodea, no poder recomendar mejor que vean la serie y terminar, como dice otro personaje:

    Tortura, mutilación... Ese es tu mundo y te está volviendo paranoico.

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