El caso es que hace unos días surgió entre sus amigas la idea de hacerle un album de fotos a una de ellas para completar lo que le habían comprado por su cumpleaños y a Ana no se le ocurrió otra cosa que decir que yo sabía hacerlo. El caso es que el domingo me encontré con la casa ocupada por seis adolescentes, móvil en mano (ya es un apéndice más de su cuerpo), y no muy convencidas de cómo iban a hacer aquello. Porque, eso sí, yo les dije que las guiaba pero que lo tenían que hacer ellas.
Tras montarles una mesa con todo el material y herramientas necesarias y explicarles un poco como funcionaban y, más o menos, como lo tenían que hacer, y teniendo en cuenta que Ana sabe algo también, pues esto es lo que les quedó al final.
Debo decir que yo estuve todo el tiempo mariposeando alrededor porque las veía que no acababan, el móvil las lleva locas, no lo sueltan ni a la de tres. Bueno que les ayudé un poquito. Aquí os dejo las fotos del resultado, he emborronado las caras por aquello de la privacidad de los menores.







Yo estoy contenta de ver que, a veces, con la motivación suficiente, son capaces de hacer monadas como esta.
Besos para todas y gracias por la visita.
Toñi.
