Este mini-apartamento ha tenido que hacer muy poco para conquistarme, ya que está en mis isla preferida del mediterráneo, Formentera. Más que un apartamento se trata de una casita de 37 metros cuadrados con muchísimo encanto.
Aire mediterráneo e isleño en cada rincón, eso es lo que pude descubrir gracias al reportaje de la revista El Mueble. Levantado en los años 60 y a escasos metros de la playa, la decoradora Estela Gómez Lupión le ha devuelto la vida pero respetando su esencia.
Empezamos por el porche, que para protegerlo del sol, se ha cubierto con cañas de bambú pintadas en color blanco roto para no romper con la estética de la casa.
Las sillas Tolix aportan un toque más actual y todas las macetas se han sustituido por cubos de zinc.
Para dar sensación de espacio, la decoradora escogió un suelo continuo blanco roto.
Muchos de los objetos son reciclados, como las contraventanas y las puertas que separan el dormitorio de la sala de estar.
En el dormitorio, un cabezal de esparto para seguir con el estilo de la isla. Asimismo, abundan los linos, la lona y el yute.
El mueble del lavabo es un antiguo mostrador.
Todas las fotos de El Mueble.
Reportaje completo aquí
Escasos metros que cuentan con terraza, sala de estar con sofá cama, cocina, dormitorio y baño, y todo con una decoración exquisita. Necesitas algo más?
Y ahora mismo sueño con poder trasladarme unos días a una casa así...
Feliz lunes!