El presupuesto no siempre acompaña para poder elegir una vivienda de nueva construcción, pero a una vivienda de segunda mano también podemos sacarle mucho partido.
Tanto si se compra, como si se alquila, una vivienda de segunda mano puede ser una magnífica opción para vivir y con un poquito de ingenio y no mucho dinero, decorarla de forma acogedora y funcional es más que posible.
Pongamos este mini piso de 21 m², si hacemos un poquito de zoom en las fotos podemos ver que, acabados, materiales y mobiliario no están ni perfectos, ni son el último modelo, pero eso no quita que sean perfectamente válidos y seguros.
Nos habéis leído muchas veces decir que en una vivienda de segunda mano una limpieza profunda, con reparación superficial de pequeños desperfectos y un par de capas de pintura blanca, pueden convertir la peor de las viviendas, en un lugar agradable y con mucho encanto y así es.
En este apartamento casi todo es del mismo color, blanco de suelo a techo. Como son tan pocos metros no habrán querido abusar ni de elementos, ni de colores o contrastes para tener un poco de sensación de amplitud.
Es una vivienda ideal para un estudiante, sin lujos, pero con todo lo necesario para vivir de forma independiente y cómoda. En otros mini pisos con bastante altura al techo como aquí, hemos visto como elevaban la cama a un altillo, aquí lo hacen con el almacenaje, muy buena idea también.
La alternativa a esto sería vivir en una residencia de estudiantes o compartir casa con otras personas y la verdad, como primera vivienda se nos antoja la mar de coqueta y perfecta para una persona joven ¿qué pensáis? ¡Feliz lunes!
Vía: Alvhem
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