Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos y primera esposa de Enrique VIII de Inglaterra tenía un mono como mascota. El mono era un animal exótico, traído de las colonias españolas de América, y todo un símbolo de realeza, pues no era fácil de conseguir y mantener.
Catalina de Aragón fue reina consorte de Inglaterra hasta 1533, cuando Enrique VIII consiguió divorciarse de ella, aunque para ello tuvo que separarse de la Iglesia Católica y fundar su propia religión, de la que se auto proclamó jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra.