Primero definamos la palabra de manera bien simple, ser empático es tener la capacidad de ponerse en el lugar de otro.
Acá es donde fallo rotundamente, aunque uno trate y ponga mucho de su parte es muy difícil lograrlo. Reconozco que mi novio tiene esa capacidad increíblemente más desarrollada que la mía, quizás mi problema radica en que, obvio, como mujer, “me enrolló más” o mejor dicho me complico por tonteras, mientras que la manera de pensar de muchos hombres es más simple.
¿Por qué les comento esto? Hace algún tiempo, debido a peleas y discusiones sin sentido, medité y logré entender que lo que me hacía falta es súper simple: SER EMPATICA.
Obvio que esto resulta difícil y no es llegar y decir "listo, desde hoy no me complico", pero creo que hay que ser capaz de reflexionar, parar unos minutos y pensar antes de responder e iniciar una pelea sin sentido. Primordial es decir… “¿y si yo estuviera en su lugar que haría?". Como dicen por ahí, lograr ponerse en los zapatos del otro.
Ser empático con tu pareja es clave, logras una armonía y todo fluye naturalmente. El amor entre ambos toma un nuevo camino y las banalidades o estupideces quedan absolutamente fuera.