Como adicta que soy a la literatura romántica, empecé esta obra con gran entusiasmo, pero me fue decepcionando conforme las páginas seguían y seguían y la historia giraba y giraba otra vez sobre lo mismo.
No puedo decir que sea una mala novela. Es un argumento clásico y fácil de leer, y un protagonista masculino algo atípico (no en todas las obras románticas de época nos encontramos con un disoluto caballero que curiosamente resulta ser, valga la redundancia, un romántico). El problema ha radicado en buena medida en la cantidad de giros que la historia da sobre sí misma sólo para lograr más y más páginas, y, en cierta medida, también el estilo, excesivamente recargado en un momento, y soltando cosas como “a hacer puñetas” al siguiente.Cuando el Corazón Perdona gira en torno a la relación de estira-y-afloja entre los dos protagonistas. Hasta ahí, todo correcto. Me quedé con la sensación de que faltaba información sobre “el pasado”, pero eso es lo de menos, doy por sentado que está en el anterior libro de la saga.El problema radica en todo lo demás, en como el estira-y-afloja empieza a tropezar con malos entendidos absolutamente absurdos por el mero placer de continuar con el te-quiero-pero-tú-no-a-mí-así-que-te-voy-a-amargar-la-vida.Son demasiados tropiezos, demasiadas vueltas que vuelven la lectura algo muy cansino. Esta obra terminaba idealmente en el momento en que ella se enamora de él; todo lo demás, todos esos líos con las intrigas, las huidas y la estúpida lista de pretendientes… Todo eso sobra, y mucho.2. No Vale Mucho