Quedando cerrado el argumento de las esmeraldas, me parecía que este quinto volumen tendía que ser a la fuerza rizar el rizo. No me interesaba particularmente Megan, aunque su hijo Kevin caía majo. Aun así, quería terminar la saga.
La verdad es que fue una decisión acertada.Aunque no es el mejor libro del mundo, el romance (que es donde nos centramos, porque no tiene mucho más que eso) es bonito y tierno. El protagonista masculino, Nathaniel, me ha caído bien desde el principio; con un pasado muy jodido pero sin dejarse arrastrar por él, un encanto con las criaturas, y al que no le dan miedo los cambios.En líneas generales, la novela es fácil de leer (de hecho más que algunos de sus predecesores), sencillita, sin grandes pretensiones, un spin-off con una última guinda sobre la generación Bianca/Christian/Fergus.Y por cierto, Tía Colleen acaba molando y todo xD3. Para Pasar el Rato