por Gabriela Sandoval P.
Un nuevo sistema de categorización de los pacientes que llegan a las urgencias del país, más simple y rápido, está implementando el Ministerio de Salud. Se trata del modelo Manchester que, sobre la base de la recolección de los síntomas que declara o presenta una persona, lo clasifica según la gravedad y el tiempo que puede esperar para recibir la atención.
El modelo consiste en la aplicación de preguntas clave que describen la sintomatología de forma directa y simple. Es un examen breve y que entrega la información necesaria para priorizar la urgencia de la persona (ver infografía).
Obtenida la descripción, el sistema Manchester asigna cinco colores. Desde rojo, para el paciente más grave y que debe ser atendido en forma inmediata, hasta azul, que corresponde al paciente leve, que podría resolver su patología en un centro de atención primaria.
Mario Paublo, jefe del departamento de gestión de procesos clínicos asistenciales de Minsal, añade que el uso de colores permite socializar más fácilmente el concepto de urgencia entre los pacientes, quienes sabrán de antemano el tiempo estimado de su atención a partir de la categoría en que queden clasificados. “Estamos acostumbrados a trabajar por diagnósticos: el infarto, herida penetrante o peritonitis, y eso puede depender de la experticia de la persona. El nuevo sistema es un protocolo estandarizado, que recoge los síntomas del momento y les asigna, a partir de eso, una categoría y un tiempo de atención”, añade Paublo.
Optimización de tiempo
Actualmente, cuando una persona llega a una sala de urgencia aquejada por alguna patología, es sometida a un proceso de selección de demanda asistencial. Es un chequeo que practica una enfermera y que indaga el cuadro clínico, los signos vitales y la gravedad del paciente, para definir quiénes deben ser atendidos más rápido que otras personas, que tienen menos riesgo de sufrir complicaciones.
Este selector tiene deficiencias. Su aplicación tarda de 10 a 15 minutos por persona, pues asocia los síntomas a un eventual diagnóstico para definir una categoría de paciente -de C1 a C5- y fijar así el tiempo tolerable de espera. Es exhaustivo, pero no necesariamente acertivo.
La directora de la Posta Central, Patricia Méndez, explica que en una urgencia atochada de personas, no es el sistema más apropiado. “Es muy largo. Se va haciendo una lista mientras una enfermera toma la presión, pulso e interroga a la persona. Es reiterativo y debería ser más expedito”, dice Méndez.
La aplicación del modelo Manchester, en cambio, demora 90 segundos en describir la principal sintomatología, reduciendo así en un 85% el procedimiento, que tiene como segunda fase la atención y el diagnóstico que debe hacer el profesional de salud.
El sistema se aplicará desde el próximo año en la Posta Central, como referente de las urgencias del país, y en el Hospital Clínico San Borja Arriarán, para ampliarse por etapas al resto del país. La idea es que el modelo esté operativo en los 62 centros de mayor complejidad durante 2014. “Las consultas hechas nos dicen que este es el sistema de categorización ideal, y es momento de dejar el que tenemos y poner en marcha uno internacional, con mejores resultados”, dijo el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo.
El modelo Manchester fue creado en Inglaterra, tras la II Guerra Mundial, y se extendió rápidamente en Europa. Lo usan también los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), para comparar los indicadores.