Revista En Femenino

Miomas e histerectomía

Por Criandocreando
La giganta (la guardiana del huevo) - Leonora Carrington - 1950

La giganta (la guardiana del huevo) – Leonora Carrington – 1950

Es una parte de mi vida que quiero compartir , me costó un poco de tiempo por que hay cosas que hay que digerir y organizar, y todo lo que pasa en nuestra vida podemos transformarlo en algo que puede servirle a otra persona en una situación similar.

Normalmente los nacimientos y la vida de las mujeres es con úteros y cuerpos sanos, aunque la vida a veces da sorpresas y las cosas no salen como uno esperaba, se complican y en ese caso bienvenida la medicina que puede ayudarnos a tener una vida mejor.

Hasta que me hice un ultrasonido cuando pensaba embarazarme por primera vez que me descubrieron un mioma de 3 cm, pero me dijeron que estaba por fuera del útero y no me daría problemas, yo no sufría ni de menstruaciones abundantes, ni de dolor, así que no le hice mucho caso.

Mi hija mayor nació por parto normal, medicalizado pero sin complicaciones, todo tranquilo aunque mis periodos comenzaron a ser mas fuertes y pesados.

Cuando mi hija tenía cerca de 2 años intentamos embarazarnos de nuevo, esa vez perdí el embarazo a las 12 semanas, por un mioma de gran tamaño, y para terminar, perdí el embarazo en noviembre y en febrero tuve una apendicitis mal diagnosticada que se convirtió en una peritonitis de la que casi no la cuento y en la que perdí un ovario.

Pasamos de ahí un largo año recuperándome, en estos casos se deja la herida abierta, para que drene todo, con curaciones, mi abdomen quedó tremendo y con una feísima cicatriz.

Ya que estuve mejor, a tratar de embarazarme de nuevo, la única trompa de falopio que quedaba estaba bloqueada, me la desbloquearon al hacerme un procedimiento que se llama histerosalpingografía, donde te inyectan líquido de contraste para revisarlos. Entré a un grupo de infertilidad, donde conocí el tema, nos fuimos a asomar a un DIF para ver que tan viable sería adoptar, vi a un especialista en infertilidad que me decía que con una operación podrían ver si era posible, o un invitro, pero no veía muchas posibilidades.

En ese inter tuve otro embarazo que perdí a las 5 semanas, cuando en el ultrasonido me revisaron me dijeron “no veo ningún embrión, solo veo un útero lleno de miomas” tocó legrado y yo ya estaba cansada y convencida de que ya era imposible volver a embarazarme.

Ya estaba yo convencida cuando un día tuve un periodo “raro”, ese día me tocaba cita con mi médico, le comenté y me dijo “ven en la tarde, te voy a poner una inyección y te regularizo” y yo le dije que sí.

Llegando a casa algo me hizo tomar de nuevo mi cartera, salir a la farmacia y regresar con una prueba de embarazo, me la hice y oh sorpresa, positiva. Mi esposo estaba pasmado, y yo aterrada. Después de 2 abortos no tenía fuerzas para otra pérdida mas.

Para que comprendan un poco mas por que era tan complicado esto, al tener peritonitis y la operación que conllevaba, se me formaron en el abdomen adherencias, que es una especie de reacción del cuerpo, como hilos que pegan todos los órganos con todos, yo no tenía un ovario, además el mioma que tenía ya era de tamaño considerable, 30 cmts y parecía que había un poco mas.

Tomado de: http://www.noticiasbo.com/noticia/Los-riesgos-del-mioma-uterino--en-la-edad-fertil-de-la-mujer.html

Tomado de: http://www.noticiasbo.com/noticia/Los-riesgos-del-mioma-uterino–en-la-edad-fertil-de-la-mujer.html: Distintos tipos de miomas por su ubiccación, los mios eran subserosos, en la superficie del utero, peor había unos pocos intramurales, uno en especial me preocupaba por que como en la ilustración, estaba cerca del cuello del utero y me preocupaba que el bebé lograra pasar.

Llegaron las 6 semanas, comencé con un sangrado y pensé que fue el final, me recetaron progesterona y tras una semana infernal continuó el embarazo, el mioma seguía alegremente creciendo también, ya que crecen con las hormonas del embarazo.

El embarazo lo oculté a la familia  hasta cerca de la semana 20, cuando ya no había forma de que no se notara, de todas formas no fue un embarazo tranquilo, ya que los miomas, al estirarse y crecer el bebé dolían, a veces me dejaban doblada y por el tamaño podíamos tener un problema con el bebé, ya que también absorben sangre y nutrientes, en una de las citas el ginecólogo batalló para encontrar el latido, ya que lo que se escuchaba era el mioma, me dijo”tiene un mioma muy sano” y nos reímos un rato.

Yo estaba muy nerviosa, yo soñaba con un parto en casa, solo mi esposo, la partera y yo, en mi casa, calientita, a oscuras, pero por el antecedente de  peritonitis, las adherencias, el tamaño del mioma, etc. no me lo recomendaban, me decían que podría estar en casa aguantando contracciones pero que mejor que el nacimiento se resolviera en un hospital.

En ese entonces una “purista” de la crianza y parto-lactancia me espetó en un foro (mi propio foro)  “¿y bueno, si no se te revienta nada vas a intenta parto natural o te vas directo a cesárea programada?”  tanto me impactó que todavía no la puedo perdonar, pero afortunadamente el conocer a gente así me sirvió para entender a las mamás que no lograron amamantar por X razones, o que tuvieron cesárea, etc, y que hay muchas situaciones, tal vez si mis partos hubieran sido como yo los soñaba, me hubiera quedado la satisfacción, aunque tal vez  no hubiera tenido la empatía para los casos que se salen “de la norma”. (pero tenia que mencionarlo por que traigo el sentimiento atravesado desde hace años con ese comentario).

Me decían que con suerte llegaría a la semana 38, pues no, la nena decidió llegar a la semana 41+1, la verdad en ese tiempo ya yo pedía esquina, el dolor del mioma, los nervios de que se colapsara o algo, que la nena siguiera con movimientos, que el mioma no “le ganara”, mentalizarme y trabajar por si terminaba en cesárea, trabajar de una vez mi decepción, mi miedo de cómo se resolvería todo.

Comencé un 2 de enero a las 6 Am, que me despertaron las contracciones, fui al hospital a la 1 P.M., a las 4 tras otro rato de contracciones y una nena que decidió ponerse con los pies por delante, una alza de presión arterial y un técnico de ultrasonido que no se le dio la gana hacerme un ultrasonido de urgencia  para ver si había forma de lograr parir vaginalmente  por lo cual decidieron una cesárea de ultimo momento nació mi nena, con la preocupación de si no habría también que hacerme una histerectomía también ya que el bendito mioma (o miomas) no les dejaban donde abrir, así que si tenían que cortarlos, debían sacar rápido al bebé y el útero por que tienen muchos vasos sanguíneos. Finalmente cortaron como pudieron y me dejaron mi útero maltrecho.

Nació mi nena, una nena de alta demanda que me absorbió, mi hija mayor entró a primaria y la pasó muy mal con una maestra que dejaba horas y horas de tareas, mis proyectos, me dedique a todo y me descuidé mucho. Prácticamente un par de años me olvidé de mí físicamente, asumía que con todo lo que pasó mis músculos abdominales quedaron hechos papilla, la cicatríz horrenda y 2 bultos extraños en el vientre que a veces dolían, pensaba que me había engordado, que todas mis molestias eran por sobrepeso, además de menstruaciones hiper-abundantes que solo con copa menstrual cambiándola cada hora o 2 horas lograba mas o menos mantener a raya.

Por fin un día fui a revisión, tenía algunos problemas y sensaciones raras, quería adelgazar, además de que pensaba que ya estaba con problemas hormonales ya que sólo tenía un ovario. Mi médico me revisó y se asustó, me dijo que si no sentía “eso”, hasta le puso un estetoscopio por que pensó que sería un embarazo no detectado, los bultos en mi vientre resultaron ser dos hernias, por la cicatrización de la peritonitis. Y me refirió a otro hospital.

Ahí me hicieron estudios, me dijeron que era un mioma muy grande , yo no tenia conciencia de que tanto, ya con los últimos estudios la médico me dijo “Pues mira, yo te opero pero o te daño la vejiga o sales de quirófano con una bolsa de colostomía, con todo lo que tienes no te garantizo como quedes”. Salí sacadísima de onda a llorar sola en la banca de un camellón, me sentía deforme, dañada, deshecha y sin reparación.

Dejé de ir al hospital, busque por todos lados, con gente que me decía que seguro con tes y dieta de desintoxicación me curaría, quienes me decían que sacar el útero era “mutilarme” y que no lo permitiera por que perdería “mi esencia”, artículos que posiblemente tenía problemas de miomas por que mi creatividad estaba dañada y no la dejaba expresarse, en fin, le di vueltas mucho tiempo y decidí que no había de otra y pediría otra opinión.

Mi madre jamás tuvo problema alguno de este tipo, mi abuela y una tía también tuvieron hiserectomias por miomas, leí que no hay una causa específica pero que la herencia influye.

Esa vez fui al Hospital de la Mujer en el DF, donde comenzaron a ver mi caso, me pidieron una tomografía, varios análisis, que bajara de peso, etc. Es un hospital excelente aunque como todo hospital de gobierno hay que ir con mucha paciencia, hablarle bonito a la enfermera,  con su detalles yo quedé satisfecha. Finalmente me dieron fecha para operarme.

Esta es la foto que me tomé la mañana antes de internarme.

Lo crean o no, no estoy embarazada, así estaba el tumor , diciembre del 2012. La mañana antes de internarme para que me operaran.

Lo crean o no, no estoy embarazada, así estaba el tumor. La mañana antes de internarme para que me operaran.

oper2

Esta soy yo ya que me dieron de alta, aún hinchada tengo menos volumen que antes. (disculpen el desorden, esos días no estaba de mucho animo para ordenar)

Esta soy yo mas o menos un mes después de la histerectomía

Esta soy yo mas o menos un mes después de la histerectomía

Ya que salí de la anestesia, la doctora que me operó me dijo “hasta me dolieron mis manitas, si estaba grande, pesó 6 kilos” increíble pensar lo que estaba yo cargando en mi cuerpo sin saber, me repararon las hernias, sacaron el útero y quedé bien sin secuelas. (benditos ejercicios Kegel, hay que hacerlos y enseñárselos a nuestras hijas llegado el momento)

Una histerectomia no es un juego, es complicada, es una operación pesada y dolorosa, te cuestionas muchas cosas, al perder tu útero tienes muchos sentimientos, por cierto días antes de mi operación me ayudó una “moonmother” , Lizvero, con una bendición del útero que me ayudó a despedirme y cerrar el ciclo.

Yo estoy MUY contenta de haber perdido ese bulto espantoso que me deprimía cada que me veía en el espejo, de ya no pasar esa menstruaciones pesadísimas que me obligaban a organizarme para no salir si era posible por que muchas veces hasta la ropa tenia accidentes.

Ahora gané algo de peso, en diciembre pasado nos invitaron a muchas cosas y comimos como si no hubiera un mañana, se que debo seguirme cuidando y no subir demasiado de peso, por salud y por que me gusta ahora como me veo, al principio si tenia un poco de miedo de reiniciar mi vida sexual, pero ya lo superamos 😉 , me sigo sintiendo mujer, creativa , mi útero cumplió su función, me dio 4 embarazos, se lograron 2 que son dos hermosas niñas que amo, y estoy agradecida por tenerlas.

No es fácil, a veces  cuando te tocan condiciones de salud que no son las ideales se siente una como si fuera la única o la mas desgraciada del mundo, pero aun así hay que tomar la vida de frente y hacer lo que se necesite hacer para que la vida funcione para nosotros y para nuestra familia.

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