Revista Salud y Bienestar

Miomas uterinos: qué son, diagnóstico y tratamiento

Por Francisco Carmona @drfcarmona

Los miomas uterinos es un tipo de tumor muy frecuente que afecta a más de la mitad de la población femenina, por ello es importante disponer de una información completa acerca de los mismos.

¿Qué es un mioma uterino?

Los miomas uterinos (también llamados fibromas) son tumores benignos de la capa muscular del útero. Esta capa es la más externa de las dos que tiene el útero y es la responsable de las contracciones que durante el parto expulsan al feto. Son tumores muy frecuentes y se calcula que pueden estar presentes en más del 50% de las mujeres. Etiológicamente, están relacionados con las hormonas del ovario, de tal manera que cuando la mujer llega a la menopausia tienen tendencia a hacerse más pequeños o, incluso, desaparecer

¿Qué tipos de miomas uterinos existen?

Los miomas se clasifican según su localización en esa capa muscular, en función de lo cerca o lejos que estén de la capa interna del útero (que se llama endometrio). Así, los más internos se llaman “miomas submucosos“, los más externos “miomas subserosos” y los que se encuentran en la parte más central, sin alcanzar la parte más interna ni la más externa, se denominan “miomas intramurales“. Los que son muy grandes y afectan a toda la capa muscular, desde la parte más externa hasta la más interna, se llaman “miomas transmurales“.

¿Qué síntomas presentan los miomas uterinos?

Los síntomas de los miomas dependen de dos factores: de su tamaño y, sobre todo, de su localización. Así, los miomas subserosos suelen ser asintomáticos aunque sean grandes mientras que los submucosos suelen dar síntomas aunque sean pequeños. Los síntomas principales son de dos tipos: sangrado anormal (el tipo más frecuente es la regla muy abundante, pero puede haber también reglas frecuentes, sangrado continuo y otros) y síntomas por compresión de órganos vecinos cuando son muy grandes (presión en la vejiga, en el recto, etc.). Algunas pacientes pueden presentar dolor con las reglas o durante el ciclo, sensación de peso en la parte baja del vientre, molestias con las relaciones. Sin embargo, hay que destacar que en muchas ocasiones (más del 50% de los mismos) son totalmente asintomáticos.

 Cómo afecta a la fertilidad de la mujer

Este es un tema muy controvertido. Se sabe que los miomas submucosos pueden dificultar la implantación del embrión o aumentar las posibilidades de aborto (hay que recordar que estos se encuentran muy cerca de la capa endometrial que es donde se debe implantar el embrión) y se recomienda extirparlos antes de buscar el embarazo. Al contrario, los miomas subserosos no suelen interferir en absoluto con la fertilidad de la mujer. El papel de los miomas intramurales es más discutido y parece que depende, sobre todo, de su tamaño aunque no existe un tamaño límite que se relaciones con problemas de fertilidad.

Tratamiento de los miomas uterinos

Solo hay que tratar aquellos miomas que produzcan síntomas a la paciente. Esto significa que la paciente no debe recibir tratamiento solo por el hecho de tener un mioma. Solo aquellas pacientes que tengan molestias deben ser tratadas. Los tratamientos pueden ser múltiples y su elección depende de muchas cosas entre las que se cuentan: síntomas de la paciente, edad, deseo gestacional, preferencias de la paciente, etc.

Las opciones de tratamiento de los miomas son:

  1. Tratamiento médico: Gestágenos, anticonceptivos hormonales combinados (suelen ser muy eficaces en el tratamiento de los trastornos de sangrado presentados por las pacientes); análogos del factor liberador de gonadotrofinas (son eficaces en el tratamiento de los trastornos de sangrado y son capaces de reducir el tamaño; sin embargo dan muchos efectos secundarios y los síntomas suelen reaparecer al suspender el tratamiento, por lo que se suelen utilizar como tratamiento prequirúrgico); moduladores selectivos del receptor de progesterona (el único en el mercado actualmente es el acetato de ulipristal. Es muy eficaz tanto para tratar el sangrado como para reducir el tamaño; recientemente se ha aprobado su uso indefinido).
  2. Tratamientos no invasivos: Embolización de las arterias que llegan al mioma (se hace con control radiológico a través de una arteria de la pierna; muy eficaz para tratar los miomas intramurales que producen sangrado; si la mujer se embaraza después de su realización las complicaciones de la gestación son relativamente frecuentes por lo que se utiliza como alternativa a la histerectomía); HIFU (es una técnica que permite destruir los miomas mediante el uso de ultrasonidos; es muy eficaz en miomas intramurales únicos no demasiado grandes , de 7 a 8 centímetros de tamaño. El embarazo posterior suele no tener complicaciones). Radiofrecuencia (destruye los miomas mediante el uso de esta técnica; es el tratamiento más reciente y no existe mucha experiencia aun con su uso).
  3. Tratamiento quirúrgico conservador: Consiste en la extirpación del/los miomas mediante técnicas mínimamente invasivas (histeroscopia, laparoscopia en función de la localización) o, mediante laparotomía (abriendo el abdomen), cuando aquellas técnicas no son posibles (solo en muy pocas ocasiones: menos del 10% de las miomectomías deberían realizarse por laparotomía). La principal ventaja de estas técnicas es que consiguen extirpar los tumores con una agresión mínima a la paciente. La recuperación es muy rápida y presentan pocos riesgos. Se puede buscar el embarazo entre 3 y 4 meses después de la cirugía. El riesgo de tener que practicar una histerectomía no planificada como consecuencia de alguna de estas técnicas es prácticamente nulo cuando la cirugía la practican cirujanos expertos.
  4. Tratamiento quirúrgico radical. Consiste en la extirpación total del útero que, la gran mayoría de veces, se puede realizar mediante laparoscopia mínimamente invasiva, siendo necesario realizar una laparotomía en menos del 10% de las ocasiones. La principal indicación de la histerectomía es para aquellas mujeres que, habiendo completado su deseo reproductivo, quieren solucionar su problema de manera definitiva evitando el riesgo de reaparición de los tumores. La extirpación del útero no tiene implicación alguna para la vida de la mujer, excepto la falta de capacidad de embarazo (no hay alteración hormonal, no hay mayor riesgo de prolapso, no hay alteración de la vida sexual, etc.)

¿Los miomas pueden ser cancerígenos?

No. Los miomas uterinos son tumores benignos que nunca se convierten en cáncer. Cuando una mujer presenta un carcoma (el equivalente maligno del mioma) este era maligno desde el principio y nunca proviene de la malignización de un tumor benigno.


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