Revista Diario

Miomectomía y cesárea: puntos en común y diferencias

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
Una compi bloguera y facebookera ha iniciado un proyecto que me parece simpático y útil: ha abierto un blog donde hace breves entrevistas a blogueros para dar a conocer algunas facetas más desconocidas de ellos. Este domingo la entrevistada he sido yo (¡gracias!) y, al responder sus preguntas, siempre se me viene a la cabeza el por qué creé este blog: porque tuve un mal embarazo, me sentí sola, busqué mucho por Internet y no pude dar con nadie que tuviera una historia similar; si mis sentimientos, mis experiencias, mis ideas pueden ayudar a alguien, creo que merece la pena con creces.
Por eso, aunque quizá esté siendo ya un poco pesado el tema del mioma, creo que es importante que de detalles de cómo ha sido la operación y cómo está siendo la recuperación, porque es algo que se da con bastante frecuencia en mujeres y da bastante miedito.
Antes de entrar en detalle, me gustaría dejar claro que mi experiencia es mi experiencia y nada más, no tiene valor científico ni médico, porque además es plenamente subjetiva. Cada mujer es un mundo, cada útero es distinto, hay miomas de muchas clases y tamaños, situados en posiciones más o menos complicadas, etc, etc, etc.
Para mi es inevitable comparar la cesárea por la que tuve a mi hijo con la miomectomía que he tenido ahora porque se parecen muchísimo. 
Diagnóstico del ginecólogo tras la operación, para centrar el tema:
Miomectomía de nódulo de unos 4.5 cm en fondo de c. uterino izquierdo intramural submuro

Puntos en común:
- La incisión exterior, lo que se ve, es exáctamente del mismo tamaño. En ambos casos mi ginecólogo me ha hecho una incisión horizontal muy abajo, cosida con sutura interna, de unos 15-16 centímetros. 
- Después de ambas intervenciones, la parte de tripa que queda por debajo del ombligo y por encima de la herida está muy inflamada. Por eso, parece que tengo dos tripas. La incisión queda como hundida en la carne. Al cabo de los meses termina por igualarse, cuando entré a hacerme la miomectomía tenía esa zona del vientre completamente plana pero me había costado unos 9-10 meses. Por la zona en la que está, dudo mucho que se pueda arreglar con abdominales (además la zona a mi me ha molestado bastante al roce y movimientos extraños durante bastante tiempo), lo único que se puede hacer es dejar tiempo al tiempo.
- En ambos casos me pusieron una sonda para hacer pis el tiempo que estuve sin moverme de la cama (más o menos un día y medio). En ambos casos me operé un viernes por la mañana y me retiraron la sonda el sábado a mediodía y ahí me levantaron.
- En el quirófano me colocaron un apósito quirúrgico enorme para cubrir y sujetar la zona, que parece que no, pero se echa muchísimo de menos cuando te lo quitan. En ambos casos he tenido que recurrir a una faja para sujetar la zona después, me ayuda mucho a moverme.
- Tanto con la cesárea como con la miomectomia, la mejoría a las 48 horas fue más que notable.
- Tengo que hacerme curas en casa con betadine tras la ducha y en 10 días me quitan los extremos de la sutura, igual que con la cesárea.
Diferencias:
- La diferencia más importante y la más triste es que de la cesárea nació mi hijo y de la miomectomía me sacaron un cacho de carne asqueroso. Esto es lo que más me ha fastidiado, con mucho. Me siento, literalmente, pasando por un postparto cesareoso pero sin bebé a cambio, hay momentos en que me cuesta encajarlo.
- El dolor de la herida ha sido menor. Con la cesárea las primeras 48 horas fueron las peores horas de mi vida, jamás pensé que se pudiera sentir un dolor así. Sin embargo, con la miomectomía he tenido relativamente poco dolor y ha sido muy llevadero. También es cierto que con la cesárea tenía los entuertos, animados por un suero que me pusieron a tal efecto, y no hacía sino aumentar el dolor.
- Tras la miomectomía me levanté de la cama yo sola, sin ayuda ninguna. Sin embargo, tras la cesárea me levantaron entre mi madre y una enfermera y me faltó el canto de un duro para pegar a la enfermera además de que mis gritos se debieron escuchar en toda la planta. Nada que ver.
- Con la cesárea tuve anestesia epidural y ninguna molestia relacionada con ella. Con la miomectomía he tenido anestesia general y me sentó como un tiro: vomité muchísimo durante las primeras 48 horas y he estado 5-6 días con náuseas, mareos y malestar general de lo más desagradable. Ahora bien, si me dieran a elegir, no sé por cuál anestesia me decantaría. Evidentemente, cuando tu hijo va a nacer lo que quieres es estar consciente para verle la primera pero a mi la experiencia de estar despierta en el quirófano, siendo consciente de todo, es algo que me ha marcado mucho y la encuentro bastante desagradable. Con la anestesia general te duermes y te despiertas como si no hubiera pasado el tiempo. Supongo que no son comparables.
- La movilidad, en general, ha sido mejor con la miomectomía, aunque en esto no veo diferencias demasiado significativas. Quizá con la cesárea me costaba algo más caminar erguida pero ahora, en cambio, siento más la necesidad de sujetarme la herida con las manos.
- Con la cesárea estuve ingresada 5 días; con la miomectomía, 4. 
- Ahora estoy psicológicamente más fastidiada que cuando tuve la cesárea. La razón es evidente: mi embarazo fue malo, mi salud y la del niño estaban comprometidas por un parto vaginal de alto riesgo y pasé por la cesárea, podría decirse incluso, que con gusto. Ahora no hay niño, yo estaba perfectamente y tras someterme a la miomectomía tengo la sensación de haber vuelto al punto de partida.
Posiblemente me haya dejado algunos detalles, además no puedo hablar de la recuperación porque me queda camino por recorrer. Si alguien necesita más información, que no dude en preguntarme aquí o por mail, yo encantada de compartir mi experiencia. Espero que mi historia sea de utilidad.

Volver a la Portada de Logo Paperblog
Por  Mayu Pérez
publicado el 27 marzo a las 21:25

Cuantos días después de la miomectomia comenzaste a usar la faja y cual me recomiendas?