Característico largometraje de una época en la que las historias más inverosímiles se estrenaban en la gran pantalla sin darle muchas vueltas y poniendo al frente estrellas ascendentes del momento. En este caso la premisa no podría ser más absurda e ingenua, y aún así resulta sumamente divertida, y consciente de sus limitaciones, condensada en menos de hora y media para que los ácidos comentarios mentales de su bebé protagonista no lleguen a saturar al espectador, ni tampoco las idas y venidas genéricas y previsibles de un dúo protagonista que tenía carisma y encanto para dar y tomar.
Mi puntuación: 6/10