Con tinta de amapolas se escriben los asuntos del alma. Con tintas de amapolas se escribe la memoria del sueño. Con tinta de amapolas diseño un refugio, un escudo, un vuelo y un cielo, porque el alma tiene de amapola el color, lo suave, lo frágil. Las arrugas y también lo etéreo, lo efímero y lo que se lleva el viento.
Carlos Alvarado
Esta absoluta pequeñez del hombre delante de Dios muestra que todo lo
que existe es querido por Dios con su voluntad y su libertad: todo lo que existe es bueno y fruto del amor (cfr. Gn1).
El poder de Dios no es limitado ni en el espacio ni en el tiempo, y por eso su acción creadora es don absoluto: es amor.